Estos proyectos educativos, creados en 2010 por la Fundación Galp, han impactado a más de 1,5 millones de alumnos. Han contado, además, con la participación de 1.600 escuelas con más de 900 proyectos desarrollados que el jurado tuvo que valorar.
De las 1.437 escuelas participantes en este año lectivo, la Fundación Galp recibió 150 proyectos. Los 15 mejores lograron el pase a la gran final, que además de reunir a los finalistas, conmemoró el Día Mundial de la Energía, el día 29 de mayo. Los alumnos presentaron a través de un pitch las soluciones desarrolladas durante el año. Hubo cinco proyectos finalistas por categoría y solo uno sería el ganador.
Formalmente, estas soluciones se dividen en tres categorías: Misión Up, que incluye alumnos de 1.er ciclo; Power Up, para alumnos de 2.º y 3.er ciclo; y Switch Up, la categoría reservada para los alumnos de secundaria.
Los alumnos tuvieron que enmarcar sus acciones y proyectos dentro de la ejecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con las siguientes temáticas: Transición Energética, Movilidad Sostenible, Tecnología e Innovación, y Emprendimiento Social. El gran objetivo de esta iniciativa es promover el desarrollo de los alumnos y concienciarlos en la asunción de actitudes y cambio paulatino de los comportamientos en pro de una mejora del consumo sostenible en la escuela, en casa y en el entorno que nos rodea.
En la categoría Switch Up, el jurado eligió como vencedor un prototipo concebido por alumnos del 11.º año de la Academia de Formación Atec, en Palmela. El proyecto en cuestión consiste en el desarrollo de un producto que aprovecha el flujo de agua de la red de la escuela para generar energía eléctrica y aumentar la eficiencia energética.
En la categoría Power Up, dirigida a alumnos de 2.º y 3.er Ciclo de Educación Básica, el proyecto ganador fue el desarrollado por alumnos de 7.º año de la International School of Palmela basado en la producción de papel reciclado y fertilizante natural para plantas, poniendo en práctica el concepto de economía circular, donde no existen desperdicios.