La ayuda no puede parar

En un momento en el que muchas entidades benéficas están detenidas a causa de las contingencias causadas por la covid-19, el Banco de Alimentos ha creado una red alternativa para hacer llegar alimentos a los más necesitados

Prácticamente todos los problemas pueden y deben ser resueltos, principalmente cuando nos implicamos y dedicamos a ello. Con esa idea en mente, Isabel Jonet, presidenta del Banco de Alimentos, y su equipo, han creado la Red de Emergencia Alimentaria (REA).

La necesidad de confinamiento social para contener la covid-19 ha implicado la declaración del estado de alarma. Como consecuencia de ello, un gran número de organizaciones benéficas han visto reducida sustancialmente su actividad o incluso han cerrado sus puertas, afectando a todo un trabajo que venían desarrollando en guarderías, escuelas, actividades extraescolares y centros de día, entre otros. Todo ello ha contribuido a que muchos portugueses que venían recibiendo la ayuda de este tipo de organizaciones hayan dejado de hacerlo. Era necesario crear soluciones para suplir sus necesidades y las de aquellos que han visto caer, total o parcialmente, sus ingresos por causa de esta crisis

Entrajuda, entidad creada por el Banco de Alimentos, ha diseñado un modelo de Red de Emergencia Alimentaria que congrega a las organizaciones que todavía están llevando a cabo su actividad y a los municipios, con el objetivo de hacer llegar los alimentos a los más necesitados. “Los que trabajan en estas entidades conocen el terreno y a las personas de cada localidad, y saben mejor que nadie lo que necesitan”, afirma Isabel Jonet, añadiendo que esa ha sido la mejor forma de aunar esfuerzos para crear esta red.

Todas las propuestas de ayuda o voluntariado enviadas a la Red de Emergencia Alimentaria deben realizarse online, a través de su página web. También puede accederse desde las páginas web del Banco de Alimentos o desde la Bolsa de Voluntariado.

INCENTIVAR LA PROXIMIDAD

Según Isabel Jonet, la red ayuda a varios enfermos sin acceso a internet, a través del formulario online, aunque muchos ya son socorridos por amigos, familiares o hasta ayuntamientos. Además de todos los particulares en dificultad, pueden recurrir a la Red todas aquellas instituciones que dispongan de puntos de recogida de alimentos. “Lo que hacemos es dirigir cada situación particular a una entidad próxima al domicilio, para fomentar la proximidad y evitar desplazamientos”, explica. Añade, además, que el método contribuye a prevenir duplicaciones y fraudes.

La rede cubre todo Portugal, incluyendo las regiones autónomas de Azores y Madeira, y se estructura a partir de los bancos de alimentos regionales o, en su defecto, las entidades específicas en aquellas regiones que no disponen de este servicio.

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Hay muchos particulares deseosos de donar alimentos a nivel local, a quienes la Red de Emergencia Alimentaria encamina hacia las instituciones más cercanas donde poder hacerlo. También hay muchos restaurantes que ofrecen sus cocinas para la preparación de alimentos por parte de las cadenas de distribución o por los mismos propietarios de estos establecimientos. Estos son distribuidos por la Red de Emergencia Alimentaria o servidos a los profesionales sanitarios. Colaboraciones como esta y muchas otras empresas resultan determinantes para asegurar que los alimentos lleguen a los más necesitados.

ASEGURAR EL FUTURO

Según Isabel Jonet, la REA fue creada un viernes y ese mismo domingo ya estaba llamando Galp para preguntar cómo podía ayudar. “A día de hoy, ya lo han hecho de diferentes formas, con combustible o donaciones de dinero para la compra de alimentos básicos para poder continuar desarrollando nuestra actividad”, explica la presidenta del Banco de Alimentos. Apoyos como el de Galp y su Fundación que, además de contribuir a la movilidad de las operaciones, representan la donación de alrededor de 100 toneladas de alimentos de primera necesidad, contribuirán a que la Red de Emergencia Alimentaria pueda continuar respondiendo a las peticiones de ayuda al menos hasta noviembre, fecha en la que está prevista la próxima acción de recogida de alimentos. Finalmente, y como continúa Isabel Jonet, no se prevé que la situación actual del país luso se resuelva de forma tan rápida como surgió.


ENTREGAS SOLIDARIAS

Hasta finales de mayo, Galp consolida su ayuda a la Red de Emergencia Alimentaria a través de una colaboración con Uber Eats. En todos los pedidos iguales o superiores a 10 euros, que se realicen a través de Uber Eats en las tiendas Galp, se donarán 10 euros a la REA.
Para garantizar que cada vez más portugueses puedan adherirse a esta causa, los gastos de envío de estos pedidos corren a cargo de Uber Eats. Para poder formar parte de esta iniciativa en Portugal, los usuarios deben introducir el código VAMOSAPOIAR en el apartado “Promociones” de la aplicación Uber Eats y realizar un pedido de al menos 10 euros en una tienda Galp.

También en España, Galp y Uber Eats participan en el programa “A tu lado”, de la asociación Save The Children, con bienes de primera necesidad para apoyar a 1.500 familias en dificultades como consecuencia de la pandemia.