El Acuerdo de París, cinco años después

La UE, en conjunto con la mayoría de las principales economías mundiales, está comprometida con objetivos claros de cero emisiones para mediados de este siglo. La próxima cumbre climática hará públicos los acuerdos alcanzados por los firmantes y definirá los próximos objetos a seguir. Por ahora, parece estar creciendo el compromiso de países y empresas

Tras años de negociaciones, en 2015, durante la Cumbre del Clima de París, 195 naciones aprobaron un acuerdo histórico para luchar contra el calentamiento global. El tratado afectaba a los países responsables del 97 % de las emisiones mundiales y representaba un esfuerzo colectivo inédito para intentar contener la subida de la temperatura del planeta en un máximo de 1,5 ºC por encima de los niveles de los años 90. Incluía también a empresas, gobiernos locales e instituciones financieras de todo el mundo, y representaba un signo de esperanza frente a la emergencia climática que la actividad humana está originando.

Si los objetivos del acuerdo de 2015 se cumplen, el mundo dejaría de usar combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades energéticas, viéndose las emisiones de gases de efecto invernadero anuladas gracias a su captura y almacenamiento, así como por la absorción de los bosques y otras zonas verdes del planeta.

En 2015, se formalizaba en París un tratado inédito. Cinco años más tarde se han producido avances positivos, pero aún queda mucho por hacer

Aunque no todo vaya como debería, ya que, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y por poner un ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron un 10 % entre 2015 y 2019, sí que se han producido avances positivos.

En los últimos dos años, muchos países han impulsado objetivos a largo plazo para reducir las emisiones. El Reino Unido, los Estados miembros de la UE, Noruega, Chile y varias naciones en desarrollo han liderado medidas para alcanzar objetivos de cero emisiones. El 3 de diciembre pasado, el Reino Unido incluso avanzó nuevos objetivos para sus emisiones, antes de acoger la próxima Cumbre del Clima, donde se espera que todos los firmantes del Acuerdo de París hagan públicos sus avances. El país se ha comprometido a reducir sus emisiones para 2030 en al menos un 68 % con respecto a los niveles de 1990, lo que alinearía sus metas con los objetivos de cero emisiones para 2050.

Previamente, el presidente de China había anunciado que su país alcanzaría estos objetivos en 2060, como sucederá con Japón y Corea del Sur, pero estos para 2050. El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, también se ha comprometido a adoptar un mandato de cero emisiones netas para la misma fecha, lo que hace que más de dos tercios de la economía mundial prometan alcanzar el objetivo de cero carbono neto para mediados de siglo. Si todos lo logran, el mundo prácticamente estará en la senda de cumplimiento del límite máximo del acuerdo de París.

La web Climate Action Tracker calculó que el incremento de la temperatura sería de 2,1 ºC, si todas las promesas actuales de los países se cumplen. Esto situaría a nuestro planeta a una “distancia sorprendente” de cumplir con el compromiso alcanzado en el Acuerdo de París de 2015.

EMPRESAS SE ASOCIAN CON LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

El Acuerdo de París fue, sin duda, un cambio histórico en la carrera contrarreloj para evitar una catástrofe ambiental. Cinco años después, la efeméride será más señalada si las naciones renuevan sus compromisos, alineando también sus planes de recuperación económica posteriores al Covid-19 con los objetivos climáticos esenciales para la sostenibilidad del planeta. El quinto aniversario de dicho acuerdo ha sido un pretexto para que ocho empresas energéticas líderes en el sector desarrollen conjuntamente una serie de principios como plataforma de cooperación para la transición energética.

Los principios acordados por BP, Eni, Equinor, Galp, Occidental Petroleum Corporation, Repsol, Royal Dutch Shell y Total tienen como objetivo apoyar la contribución del sector a los objetivos del Acuerdo de París en lo que se refiere a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el papel de los sumideros de carbono y la importancia de la transparencia y la alineación con el cambio climático de las empresas del sector.


OBJETIVOS DE LOS PRINCIPIOS PARA LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Los principios adoptados por BP, Eni, Equinor, Galp, Occidental Petroleum Corporation, Repsol, Royal Dutch Shell y Total van destinados a:

1. Apoyar públicamentelos objetivos del Acuerdo de París, implicando la cooperación internacional como vehículo para alcanzarlos con el menor coste global posible para la economía.

2. Descarbonizar la Industria en línea con la estrategia individual, ambiciones y objetivos de cada empresa, la cual trabajará para reducir las emisiones de su propia actividad y se esforzará por reducir las emisiones resultantes de su consumo energético, junto con clientes y sociedad. Las empresas pueden medir sus contribuciones utilizando la intensidad del carbono y/o métricas absolutas en diferentes puntos de la cadena de valor, según lo determine su enfoque.

3. Colaborar con todo el sistema energético, incluidos usuarios, inversores y gobiernos, para desarrollar y promover medidas que permitan reducir las emisiones por el uso de la energía, en favor de los países que entregan sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

4. Apoyar y promover el desarrollo de tecnologías de disipadores de carbono para su captura, uso y almacenamiento (CCUS), así como sumideros naturales.

5. Actuar de manera transparente mediante la divulgación de los riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático y ser coherentes con los objetivos del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD).

6. Informar de las afiliaciones a las principales asociaciones de la industria y el comercio, y su alineación con los principales posicionamientos políticos a nivel empresarial y de promoción del clima.