Fórmula 1: Portugal en la parrilla de salida

Dos portugueses se han puesto manos a la obra para formar el primer equipo nacional de Fórmula 1. La reciente modificación del reglamento en la categoría retrasaron el proyecto, pero João Correia y Rui Pinto han demostrado que era posible llevarlo a cabo

El Circuito Internacional del Algarve fue el escenario, entre los días 23 y 25 de octubre, del Gran Premio de Portugal de Fórmula 1. El regreso de la mayor competición del mundo automovilístico al país luso se produjo después de la pandemia del COVID-19, cuando se abrieron las puertas a nuevos circuitos para la segunda mitad de la temporada y demuestra, una vez más, que tenemos la infraestructura necesaria para este tipo de deportes de alta competición. Lo que lleva a otra cuestión: ¿Portugal dispone también de infraestructura para crear una escudería de Fórmula 1? ¿Podría tener Portugal un equipo propio de esta modalidad? Dos portugueses han demostrado que sí.

ESPÍRITU EMPRENDEDOR

João Correia, que vive en Inglaterra desde hace más de una década, conoce bien la realidad del automovilismo. Fue director de equipa, responsable de desarrollo aerodinámico (área en la que está doctorado) y mecánico de Fórmula 1. Con la experiencia acumulada en varios equipos internacionales, el ingeniero se unió a su amigo Rui Pinto en lo que sería el inicio de una aventura emprendedora e innovadora: crear la primera escudería portuguesa de Fórmula 1.

Para ello, diseñaron un plan para lograr inversión a nivel nacional, desarrollaron el proyecto y comenzaron a llamar a la puerta de posibles interesados. Los contactos que hicieron durante la primera fase, cuyo objetivo era reunir cerca del 25 % del importe necesario, tuvieron el resultado esperado y el “feedback resultó ser muy positivo, ya que todas [las empresas] desearon contribuir”, explica a Energiser.

El regreso del Mundial de Fórmula 1 a territorio portugués es una oportunidad para colocar a “Portugal en boca de todos y exportar al mundo las bondades del país", opina este ingeniero aeronáutico apasionado durante años del deporte del motor.

Fueron precisamente dichos presupuestos lo que hicieron que el proyecto avanzara. De hecho, ya por 2017, y de la mano de Rui Pinto (quien se encargó de gestionar la parte más comercial de la idea), se dio el pistoletazo de salida definitivo al Correia Racing. Querían demostrar que el proyecto podía llegar a buen puerto y que, “con esfuerzo y tesón, todos podemos alcanzar nuestros sueños".

Los recientes cambios sufridos en la reglamentación sobre la entrada de nuevos equipos en el campeonato de Fórmula 1, retrasó el proyecto. “Además del presupuesto para la realización del proyecto, ahora lo que hay que lograr es juntar más de 200 millones [de dólares] adicionales para pagar a la organización”, explica João Correia. Pero la ambición sigue intacta y los dos amigos no abandonaron la idea. “Contamos con toda la capacidad tecnológica en Portugal para avanzar con un proyecto de esta naturaleza ", concluye.


GALP EN LA CARRERA

Galp es socio colaborador del Circuito Internacional del Algarve desde el primer momento. El contrato de colaboración con Parkalgar data de 2008, año en el que comenzó a suministrar carburantes y lubricantes al punto de abastecimiento, gas a los complejos turísticos y deportivos, e incluso hormigón para la construcción de los circuitos de velocidad.

Desde entonces, la colaboración no hecho más que incrementarse y en un momento en que tanto se habla de transición energética y de inversión en energía solar, cabe destacar que ya en 2011 Parkalgar y Galp invirtieron en una central fotovoltaica compuesta por 504 paneles solares de 200 W. La central forma parte de un proyecto de eficiencia energética pensado para satisfacer las necesidades del Circuito Internacional del Algarve, que implica auditorías energéticas, medidas de racionalización, una central solar térmica para calentamiento de agua sanitaria y la citada central fotovoltaica para la producción de energía eléctrica, así como varios puntos de carga para coches eléctricos.