El futuro a la vuelta de la esquina

El hidrógeno continúa ganando protagonismo entre las energías alternativas, aunque en Portugal todavía queda un largo camino por recorrer

En Europa, Alemania ha sido “punta de lanza” en el sector del hidrógeno, con cerca de 70 puntos de suministro actualmente funcionando a pleno rendimiento y más de 30 en proyecto hasta final de año. En Asia, la inversión en esta energía alternativa es aún mayor, con China presentando el ambicioso objetivo de poner en circulación un millón de vehículos movidos por hidrógeno hasta 2030. Corea del Sur y Japón también están a la vanguardia del planeta, siendo este último, de largo, uno de los pioneros dentro de la industria automovilística alimentada por este combustible.

Los vehículos movidos por hidrógeno parecen ser ya una realidad ineludible. No obstante, aunque los países más desarrollados están apostando por mover ficha en este tablero, Portugal se ha visto relegado a una posición defensiva en esta materia. Una posición demasiado defensiva en opinión de la Asociación Portuguesa para la Promoción del Hidrógeno (AP2H2). João José Campos Rodrigues, presidente de AP2H2, considera que “no se está considerando el hidrógeno como un factor para la mejora de la movilidad nacional”.

VOLUNTAD DE CAMBIO

Todavía existen indicadores que muestran la voluntad de cambiar esta realidad. Portugal forma parte, incluso, de un proyecto comunitario que prevé la construcción de una “autopista del hidrógeno” (contará con puntos de suministro a lo largo de todo el recorrido), la cual atravesará parte de Europa. Una vía que comienza en Alemania y termina en el Sur de Portugal.

También los fabricantes de vehículos dan señales de cambio a corto plazo. Toyota ha sido uno de los gigantes de este sector que ha comenzado a asumir claramente hacia dónde quiere ir en términos de futuro. El fabricante nipón es el productor que más ha avanzado en la tecnología de las células de combustible a base de hidrógeno, las llamadas fuel cells, una solución que mezcla el hidrógeno contenido en un tanque con oxígeno extraído del aire para generar electricidad.

En Portugal, y con la participación de Galp, el constructor japonés y Salvador Caetano han firmado un acuerdo para lanzar al mercado el primer autobús movido exclusivamente por hidrógeno, con el agua como única emisión, además de contar con un prototipo que está previsto que vea la luz este año.

Y es que, a pesar de toda la inversión hecha en los vehículos movidos por energía eléctrica, el presidente de AP2H2 no tiene dudas: “El hidrógeno será el combustible del futuro, relegando a los vehículos eléctricos a un papel destinado a la movilidad local.”

VENTAJAS DEL HIDRÓGENO EN LA MOVILIDAD

Como los vehículos eléctricos, el principal beneficio de los vehículos movidos con hidrógeno es su capacidad para producir cero emisiones nocivas, con el vapor de agua como único subproducto que esta tecnología lanza a la atmósfera. Así, como las células de combustible no dependen de la combustión, se reducen significativamente las emisiones de sonido de los motores, contribuyendo así también a una gran reducción de los niveles de ruido.

Las ventajas – continúa João Rodrigues – son innumerables, motivos más que suficientes para que esta energía alternativa sea puesta en la balanza de los responsables políticos. “Este nuevo combustible puede ser fácilmente producido a partir de cualquier fuente renovable de energía, no emite CO2 y es la solución que nos permitirá dejar de lado el uso de los combustibles fósiles, además de ser una fuente inagotable de energía, hecho que ofrece autonomía energética en cualquier parte del mundo.”

A raíz de la neutralidad de carbono, la descarbonización del sector del transporte reducirá las emisiones contaminantes, limitará el impacto del cambio climático perjudicial y mejorará la salud de las personas en el futuro, algo que ya está a las puertas pero que todavía pide permiso para entrar.