SingularityU: ¿podemos ser gobernados por los datos?

Michell Zappa es el entrevistado del octavo programa Inspirando el Futuro - SingularityU Portugal, que nos lleva a viajar por los cambios que se avecinan

“Hoy, la localización de su teléfono es monitorizada y registrada”, “Su e-mail es controlado”, “Todo lo que busca en Internet es grabado y guardado”... son solo algunos fragmentos de la vida que pueden resultar intrascendentes pero que cuando se unen las piezas forman una fotografía detallada de los hábitos y la vida privada de cada uno de nosotros.

¿Podemos ser gobernados por los datos? Michell Zappa no tiene dudas de que ya lo estamos siendo en gran medida, principalmente a través de las redes sociales, donde existe una cultura agresiva de toma de decisión en torno a los datos, sin que acertemos a ver las consecuencias de dichas políticas.

Fascinado por las tecnologías emergentes, las presentaciones de este investigador y consultor sobre estrategia tecnológica nos llevan a realizar un viaje por los cambios que se avecinan y para los cuales debemos estar preparados. En 2011, fundó Envisioning, plataforma inteligente centrada en la identificación de tendencias globales, escenarios futuros y disrupción tecnológica para gobiernos y empresas.

Zappa estudia también el impacto de la tecnología en el futuro de áreas como la educación, la salud, la economía o la gobernanza, además de desarrollar herramientas que apoyan el proceso de creatividad como aceleración del cambio, creyendo en la contribución de la tecnología a un futuro mejor. Sin embargo, continúa, “cuando la tecnología se populariza, trae consecuencias inimaginables”, alertando de situaciones que muchas veces ni reparamos en ellas cuando usamos a diario los dispositivos tecnológicos, como la vigilancia masiva.

El futuro está llegando a una velocidad cada vez mayor y nuestra capacidad de acompañarlo es cada vez menor. ¿Será la solución evitar la tecnología? Todo lo contrario. Hay que aceptar que somos un “beta tester” perpetuo, sabiendo de antemano que nada es perfecto.