Vivienne Ming investiga sobre neuroprostética cognitiva y trabaja en una pequeña start-up que ha creado una cinta para la cabeza que, cuando se coloca, aumenta la capacidad de memoria cerca de un 15 %. Actualmente, busca utilizarla en niños que han sufrido algún tipo de traumatismo en el cerebro y que han olvidado quiénes son. “Esta puede ser una oportunidad para recobrar un poco de aquellas personas que eran antes”, indica, considerando que esto puede ayudarles a aprender mejor en clase e incluso llegar un día a recuperar todo lo que perdieron… o incluso más. Pero, ¿qué sucederá cuando las personas sean más expertas? ¿O cuando puedan pulsar un botón para “tocar” sus emociones?
Vivienne, neurocientífica y emprendedora, es especialista en análisis de datos y una referencia en Silicon Valley. Explora maneras de usar la tecnología para maximizar el potencial humano y ha desarrollado un sistema para mapear los picos de insulina en su hijo diabético, además de crear un sistema de reconocimiento facial para personas autistas. Además de eso, es asesora sobre tecnología e inteligencia artificial en empresas de capital de riesgo y tienen la pretensión de desarrollar una aplicación para modular nuestros sentimientos.
La protagonista de la entrega n.º 13 de “Inspirando el Futuro – SingularityU Portugal” habla del principal objetivo de su trabajo, que es aportar un valor añadido a la vida de las personas.
