Pioneros de la neutralidad carbónica

Portugal ha sido el primer país del mundo en firmar el documento que refleja la estrategia diseñada hasta 2050: hacer neutro el balance entre la contaminación causada y la que se elimina de la atmósfera

La meta es ambiciosa y Portugal está en primera línea. El Consejo de Ministros aprobó, el día 6 de junio, la Ruta para la neutralidad carbónica (Roteiro para a Neutralidade Carbónica). «Es el primero país del mundo con una ruta estructurada que incluye todos los sectores de la economía», ha declarado el ministro de Medio Ambiente y Transición Energética, João Pedro Matos Fernandes. Objetivo: en 30 años, emitir únicamente el dióxido de carbono que retenga la vegetación.

La estrategia portuguesa está en línea con el Acuerdo de París – que establece el compromiso de limitar el aumento de la temperatura global en un valor que no sea superior a 1,5°C – en la lucha contra el cambio climático y la reducción del efecto invernadero. La implicación de la sociedad civil y de las empresas será fundamental para lograr el objetivo de eliminar las emisiones de carbono de la economía en las cuatro áreas identificadas: energía, transportes, residuos y agricultura, bosques y uso del suelo.

Entre las distintas medidas a adoptar, la resolución aprobada por el gobierno portugués contempla la compra y el alquiler de vehículos de cero emisiones por parte de sector empresarial del Estado, contribuyendo a la eliminación de las emisiones de carbono de las flotas de las empresas públicas. Se trata así de dar un paso más hacia la reducción de las emisiones nacionales de gases con efecto invernadero de entre un 45% y un 55% hasta el 2030, debiendo contribuir el sector del transporte con una reducción del 40%.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Portugal también va a avanzar con el aumento de la electrificación de la economía hasta el 65%, la producción de energía solar, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria en un 70% o de residuos urbanos en un 25%. Considerando el creciente consumo de agua, que aumenta la frecuencia e intensidad de las sequías, la reutilización constituye una alternativa para el uso sostenible de los recursos hídricos. En este ámbito, y con una visión de economía circular, el gobierno quiere fomentar un uso más racional del agua, habiendo aprobado un decreto-ley que establece el régimen jurídico de producción de agua para reutilización a partir del tratamiento de las aguas residuales.

Resumiendo, en el plano ambiental son tres los frentes en los que está actuando el gobierno: la neutralidad carbónica, la economía circular y la valorización del territorio. Esta última está relacionada con la gestión de las zonas protegidas, la repoblación de las especies exóticas de fauna y flora, y también con las acciones de adaptación al cambio climático, donde urge fomentar la adopción de medidas adicionales de mitigación – que combatan las causas – y de adaptación – que minimicen el impacto –, de cara a conseguir una sociedad neutra en carbono y resistente al clima, adaptada a sus consecuencias, reduciendo la vulnerabilidad y logrando el desarrollo sostenible.

Portugal es solo un ejemplo en un objetivo que se pretende común a todos los gobiernos. Las contribuciones han ido llegando un podo de todas partes del globo. De acuerdo con el informe que antecedió a la Convención de la ONU sobre el cambio climático en Alemania en el mes de junio, el mundo está más alerta con respecto al problema. Pero todavía no es momento de reducir la velocidad. «Intensificar las acciones nunca ha sido tan importante», ha dicho Patrícia Espinosa, secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático.

Este artículo fue publicado en la edición impresa de Energiser.