Portugal debe apostar por el hidrógeno verde

Christian Weinberger, responsable de la Unión Europea, cree que Portugal tiene todas las condiciones para producir hidrógeno limpio a costes bajos, pero avisa que debe aprovechar la oportunidad ahora y ser más ambicioso en esta área

“Portugal, junto con España, presentan una posición privilegiada para invertir en producción de hidrógeno verde”. Esta es la convicción de Christian Weinberger, director general adjunto en la Dirección General del Mercado Interno, la Industria, el Emprendimiento y las PYMES de la Comunidad Europea. Eso mismo afirmó en la conferencia “Portugal a la Vanguardia del Hidrógeno Verde en Europa”, organizada por ECO y por Capital Verde. Igualmente, indicó que el país luso deberá ser mucho más ambicioso en este campo (en estudio en la refinería de Sines) y que deberá hacerlo ya, dado que cuenta con las condiciones naturales para la producción de hidrógeno verde a partir de energía eólica y solar, principalmente.

PRECIOS COMPETITIVOS

“Comiencen ahora, poco a poco, aprovechen la oportunidad y preparen el terreno para cuando el mercado del hidrógeno crezca”, apunta Christian Weinberger, quien defiende que “aquellos que logren entrar rápidamente en el negocio de forma seria, se quedarán con el mercado”.
“Para un país como Portugal, con un gran potencial de producción de hidrógeno verde a precios competitivos, su mezcla con otros gases de las redes de distribución constituye una solución realmente eficiente y de bajo coste para la sociedad, pudiendo contribuir a la cadena de valor del hidrógeno a medida que crezca su producción y se creen las redes logísticas y de distribución”, afirmaba Pedro Furtado, director de Regulación y Estadística de REN durante su presentación. Francisco Pablo de la Flor García, director de Enagás, empresa que desarrolla, opera y realiza el mantenimiento de infraestructuras de gas, añadía a su vez que “además de construir nuevas redes de distribución de gas, es necesario reconvertir las ya existentes para transportar el hidrógeno en concentraciones de 0 a 100 %”. Para este responsable, el objetivo de la neutralidad carbónica de la UE, previsto para 2050, no se alcanzará sin la existencia de gas natural, sintético e hidrógeno.

ESTRATEGIA CONJUNTA

En el mismo evento, donde se analizaron algunas pistas para lanzar una economía del hidrógeno, el ministro portugués de Medio Ambiente y Acción Climática, Matos Fernandes, afirmó que espera anunciar novedades en diciembre sobre la estrategia conjunta de los países de la Península Ibérica para la producción de gases renovables. Indicó también que el gobierno luso lanzaría en el mismo mes, dentro del Programa Operacional de Uso Sostenible de Recursos (POSEUR), el primer anuncio sobre ayudas a la producción de hidrógeno verde y otros gases renovables, por valor de 40 millones de euros. El presupuesto, inscrito dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia del gobierno portugués, cuenta con un total de 200 millones de euros destinados a incentivar la producción de gases renovables para inyectar en la red nacional hasta 2025.

Christian Weinberger indicó también que Portugal puede producir hidrógeno verde a mitad de precio que otros países del continente, como la República Checa, por ejemplo. “Aun teniendo en cuenta el coste de la red de canalizaciones que se construirá para la distribución de este gas, el hidrógeno producido en Portugal costará un 25 % menos” –explicaba–, destacando que las empresas deben aprovechar esta oportunidad de invertir en la producción de hidrógeno verde en países del sur de Europa, como Portugal, España, Italia y Grecia.


430 MIL MILLONES DE EUROS DE INVERSIÓN HASTA 2030

La recientemente creada Alianza Europea para el Hidrógeno Limpio (AEHL) por parte de la Unión Europea, en marzo de este año, integra esta nueva estrategia industrial de Europa y pretende contribuir a desacelerar la descarbonización, manteniendo el liderazgo del sector a nivel mundial. Así, se establecerá una agenda de ayudas e inversiones para ampliar la cadena de valor del hidrógeno en toda Europa. Se estima la inversión global en 430 mil millones de euros hasta finales de esta década.