Las cuestiones sobre movilidad sostenible forman parte de nuestro día a día. Y es que la población debemos bregar con problemas crecientes, tanto a nivel ambiental como de enorme presión demográfica, sobre todo en las ciudades. Para hacerles frente, la movilidad eléctrica, en la que Galp viene trabajando desde 2010 con la instalación del primer punto de carga rápida de Europa en un área de servicio, se presenta como una solución con muchas ventajas ambientales y de ahorro.
Desde entonces, explica Diogo Almeida, de la Estrategia Corporativa de Galp, “hemos ampliado nuestra red y en este momento disponemos de 18 puntos de carga rápida en nuestras áreas de servicio y otros 18 más previstos a corto plazo, incluyendo Azores y algunos centros comerciales. La movilidad eléctrica, que actualmente está dando sus primeros pasos en Portugal, puede llegar a los hogares, a los aparcamientos, a las oficinas, a la calle, obligando a los diversos actores a buscar un posicionamiento distinto en este mercado”.
“Noviembre marca el inicio del pago por carga en los puntos de carga rápida y la idea es que en los próximos seis meses el resto de puntos vean la luz en el mercado”
No obstante, cuando nos referimos a la movilidad sostenible, la energía eléctrica es solamente una de las piezas de un puzle mucho más complejo, que requiere de respuestas eficaces e integrales. Hablamos, por ejemplo, del transporte pesado, de las largas distancias o de la evolución tecnológica del hidrógeno y de los combustibles sintéticos.
“Este problema debe ser visto como un todo que precisará de soluciones adicionales y al que Galp, como socio de movilidad transversal, ha estado atento y quiere seguir estándolo”, añade el responsable, quien cree que durante las próximas dos décadas asistiremos a un cambio de comportamientos en el tema de la movilidad, tanto a nivel de consumo como de soporte energético.
Diogo Almeida, de la Estrategia Corporativa de Galp, fue uno de los ponentes en la Conferencia Internacional “El Futuro de la Movilidad”, que tuvo lugar en el Centro de Congresos de la Alfândega do Porto (Aduana de Oporto)
15.000
Este es el número actual de vehículos eléctricos en circulación en Portugal, aunque se prevé un aumento exponencial en los próximos años. No obstante, todavía puede tardar de 10 a 15 años hasta que su presencia se haga notable en las carreteras, dado que la renovación del parque móvil de turismos en el país luso se hace lentamente.