“Debemos pensar en legislar a largo plazo”

Esta es la opinión de la investigadora en transportes Rosário Macário, para quien la educación del ciudadano es otro motor de cambio para la movilidad urbana del futuro

La movilidad en las ciudades portuguesas está cambiando, por cuestiones ambientales, demográficas y sociales. Se cree que las redes y los sistemas de información integrados, junto con la tecnología actual, son la solución para asegurar con eficacia el desplazamiento de las personas de un lugar a otro utilizando más transporte público y menos el coche.

Pero si la digitalización está trayendo consigo nuevas oportunidades en el sector de la movilidad urbana, no menos importante resulta la gran evolución experimentada en los medios individuales y complementarios al transporte de masas, como son, entre otros, el fomento del uso de la bicicleta, la ampliación de las plataformas electrónicas de transporte de pasajeros (Uber, Bolt, Kapten) o, más recientemente, los cambios en las tarifas, como por ejemplo el pase Navegante. Una solución que Rosário Macário, profesora de Transportes del Departamento de Ingeniería Civil, Arquitectura y Geo-recursos del Instituto Superior Técnico, encara con un optimismo moderado: “Esta medida tiene un gran impacto social y, unido a los sistemas de la información actuales, se convierte en una oportunidad muy buena para el transporte colectivo. Así, creo que son todavía necesarias otras medidas conjuntas para que el ciudadano se anime a abandonar la forma como normalmente se desplaza (el coche particular, el cual ya forma parte de sus hábitos, tanto sociales como culturales) y decida cambiar al transporte público”. Medidas que se centran, sobre todo, en una visión a largo plazo de los responsables de las políticas públicas, que pasan por acciones multidisciplinarias, concertadas e integradas en el capítulo de la educación, el ordenamiento del territorio, la fiscalidad y los aspectos sociales.

CUESTIÓN CULTURAL
De acuerdo con esta investigadora, la “revolución” en curso en el ámbito de la movilidad urbana comenzó en el momento en que pasó a pensarse en la movilidad como un sistema de unión y un conjunto de transportes, con el objetivo de contar con un proveedor de servicios de movilidad que añadiese y articulase toda la información de los servicios disponibles: “Se trata de un cambio profundo desde el punto de vista de la utilidad, de las buenas prácticas y de las ventajas para el usuario”. Sin embargo, añade: “Nada de esto será suficiente si el ciudadano no está bien informado sobre los medios a su disposición.” Por otro lado, “es necesario modificar todo nuestro sistema cultural, ya que es un tema que no se está enfocando desde una auténtica educación para la ciudadanía, y sin ella difícilmente conseguiremos cambiar conciencias. Esta es una de nuestras grandes lagunas”.

Para la también directora del máster en Sistemas de Transporte del Instituto Superior Técnico, no es fácil trabajar en la innovación en Portugal. Aquí, con una maqueta de un vehículo aéreo, con varios posibles usos, ideado por sus alumnos. Una idea que ya ha sido patentada, pero cuyo desarrollo está a expensas de encontrar financiación

Siguiendo con la óptica de Rosário Macário, al contrario de lo que sucede con los países más avanzados, sobre todo los del norte de Europa, a Portugal le ha faltado visión de futuro a largo plazo en esta materia. “Hay que gobernar pensando más allá de los cuatro años que duran las legislaturas, pensar en lo que queremos ser y en qué punto queremos estar dentro de 20 años y lo que es necesario para llegar a ese objetivo. Estamos en un momento álgido, con mucha cosa por hacer, pero este momento virtuoso puede quedarse por debajo de su potencial si no se toman decisiones integradas en un horizonte de al menos dos décadas”.

Si miramos el mapa de la movilidad urbana a nivel nacional, vemos que son muchas las ciudades de norte a sur de Portugal que están desarrollando proyectos con los ojos puestos en un futuro más eficiente y amable con las personas y con el medio ambiente. Es el caso de Aveiro, Cascais, Coimbra, Faro, Guimarães, Lisboa, Oporto, Viseu, entre otras. El camino está trazado, ahora solo falta continuar explorándolo.