AYR: compensar a quien reduzca las emisiones de CO2

La plataforma desarrollada por el CEiiA fue presentada en Nueva York y permite realizar operaciones de créditos para la reducción de emisiones de dióxido de carbono

¿Estás preparado? La tecnología puede traducirse en las siglas AYR y fue presentada en Nueva York, en mayo de este año. El punto de partida es sencillo: ¿y si en vez de exigir a ciertas empresas que paguen por sus emisiones de carbono, comenzamos a compensar a las que no emiten? La respuesta se encuentra en la tecnología desarrollada por el CEiiA (Centro de Ingeniería y Desarrollo de Producto) en colaboración con Naciones Unidas. Se trata de un sistema que permite cuantificar la reducción en las emisiones de CO2, valorarlas y realizar operaciones de crédito (con la ayuda del blockchain) sobre la reducción.

Han sido necesarios 23 meses de un intenso trabajo con un equipo de casi 80 personas hasta concluir el proyecto presentado el 14 de mayo, en Nueva York, durante el evento Smart Cities New York, promovido por la ONU. “Esto es exactamente lo que buscan los diferentes ayuntamientos: soluciones que sean realmente valiosas para sus ciudadanos”, afirma Jerry MacArthur Hultin, cofundador de Smart Cities New York.

El sistema comenzó a ser probado en algunas ciudades portuguesas, como es el caso de Cascais y Matosinhos, donde se encuentra la sede del CEiiA. El objetivo de la plataforma pasa por crear nuevos modelos de negocio que ayuden al medio ambiente, usando las emisiones como un valor económico negociable. Entre las distintas soluciones, será posible, por ejemplo, pagar el aparcamiento con créditos por la reducción de emisiones de CO2.

El proceso se resume en tres etapas: cuantificar, valorar y canjear. La idea es incentivar para llegar al objetivo de recortar en un 45 % las emisiones de CO2, hasta 2030.

Partiendo de una aplicación para smartphone, la cartera virtual donde se acumulan los créditos puede usarse en diferentes servicios y productos sostenibles, disponibles por los socios colaboradores del proyecto. Para ello, existe una moneda de cambio basada en la tecnología blockchain, permitiendo así cuantificar y acompañar el proceso.

Una revolución

El CEiiA califica el concepto como una “auténtica revolución”, toda vez que sitúa al ser humano en el centro de la sostenibilidad. “El objetivo en una primera fase es promover unos hábitos de movilidad de bajo carbono beneficioso para el medio ambiente, considerando que en los centros urbanos el 40 % de las emisiones de gases con efecto invernadero procede de actividades asociadas a la movilidad”, indica la empresa. El crecimiento de los AYR Credits dependerá de la red de colaboradores.

Cambiar el mundo parece más fácil y parte de la solución puede estar en una cartera virtual en el smartphone, cuyas transacciones mediante la lectura de códigos QR. Los créditos acumulados se restarán de la compra de productos básicos o servicios. Por ejemplo, puede pagarse un café con emisiones reducidas.