Más allá de los kilómetros que hay desde el lugar de residencia hasta el puesto de trabajo, adquiere mayor importancia el tiempo, el cual determina prácticamente todas las decisiones en términos de movilidad. Acortar distancias no es tan importante como reducir los tiempos de espera.
Así, las políticas de movilidad en el espacio urbano están recibiendo cada vez más la atención por parte de las autoridades. Comienzan a surgir planes de movilidad, articulados con una idea de desarrollo del territorio, que serán determinantes para la forma como vemos las ciudades del futuro.
Además, Paula Teles alerta que "en términos europeos, Portugal está muy mal clasificado en estas materias, siendo uno de los países que claramente no planea la movilidad". Una situación que urge cambiar.
Pensar, por parte de las ciudades, en la forma cómo los ciudadanos se desplazan dentro y fuera del espacio urbano, es uno de los grandes retos a los que ninguna estrategia política puede dar la espalda. Con las periferias ganando importancia en la vida cotidiana, los problemas de movilidad surgieron de forma casi inmediata. Las ciudades no estaban preparadas para este cambio y, según dicen los especialistas, tal vez no estén preparando el futuro.