Navegar en modo solar

Son ya varias las empresas portuguesas que optan por la organización de paseos en barco impulsados con energía solar. Una innovadora propuesta que, por sus características respetuosas con el medio ambiente, atrae cada vez a más clientes

Imagínese pasear en un barco teniendo como única banda sonora la suave brisa marina y el ligero murmullo del agua. Esta es la sencilla pero innovadora propuesta de Aquastart, empresa que opera desde los puertos de Cascais y Oeiras a través de barcos impulsados con energía solar, y que está teniendo un notable éxito. "Se trata de una embarcación silenciosa y no contaminante, por lo que despierta una enorme curiosidad entre el público”, revela Rui Machado, uno de los responsables de la empresa, que ha adquirido dos de estos barcos de fabricación portuguesa a cargo de Sun Concept, empresa con sede en Olhão, en el Algarve. “Se trata de una tecnología totalmente nacional, lo que también es importante destacar”, señala.

Las embarcaciones, modelo Sunsailer 7.0, “son impulsadas únicamente por energía solar” y cuentan con seis paneles que alimentan otras tantas baterías, lo suficiente para hacer funcionar los dos motores de 6Hp de la embarcación durante unas ocho horas, “incluso sin sol”. Estos motores alcanzan una velocidad de crucero de 5 a 6 nudos, "más o menos el equivalente a un barco de vela”, especifica Rui, tripulante del Andorinhas.

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Además de la vista panorámica sobre la bonita costa que se extiende hasta Oeiras, lo que más llama la atención es el silencio casi total del motor, poco habitual en este tipo de paseos e imposible de conseguir con otro tipo de embarcaciones. Ese ha sido además uno de los motivos que ha llevado a Aquastart a adquirir estos modelos, pensados para navegar por zonas costeras protegidas, lagos y ríos, donde el ruido, la contaminación y el estrés causados por la agitación son factores de desestabilización y alteración del paisaje y el bienestar del ecosistema. Además de suaves y silenciosos, estos barcos no emiten gases contaminantes ni derraman aceite, lo que los convierte en una apuesta ganadora, no solo a nivel turístico sino también ambiental, como puede constatarse por la presencia de servicios similares en lugares tan distintos como la albufera de Azibo (en Trás-os-Montes), el embalse de Maranhão (en el Alto Alentejo) o la albufera de Caniçada (en el Parque Nacional de Peneda-Gerês).