Un pequeño motor que marca la diferencia

Reducir el coste de las sillas de ruedas eléctricas, hacerlas más ligeras y transportables, y garantizar la independencia de las personas a la vez que permitimos una mayor calidad de vida para quienes las necesitan, es el objetivo de un producto que un equipo de jóvenes de 17 años busca lanzar al mercado. Los alumnos han desarrollado la tecnología, han ganado un concurso de empresas junior y ahora buscarán ser los mejores de Europa.

João Lobo, Diogo Serra, Valentim Lopes y Gonçalo Ramos tienen 17 años cada uno, son estudiantes de 11º grado del Colegio Marista de Carcavelos y se han proclamado ganadores del XVI Concurso Nacional del programa A Empresa, promovido por Junior Achievement Portugal (JAP). Esta semana viajarán a Estambul, Turquía, en representación del país luso, donde tendrán que competir con los ganadores de los mejores proyectos de cada uno de los 40 países participantes. El premio para el equipo ganador en Portugal corrió a cargo de la Fundación Galp, que cubrió los gastos del viaje y la estancia en el evento.

Los cuatro jóvenes estudiantes han desarrollado una tecnología que, aplicada a sillas de ruedas manuales, las transforma en modelos eléctricos, simplemente acoplando un dispositivo con un pequeño motor eléctrico y a un coste mucho menor para el usuario. En un país donde los bajos salarios dificultan el acceso de muchas personas a una silla de ruedas eléctrica, y sabiendo que existen cerca de 2.100 portugueses que las necesitan, el desafío para João, Diogo, Valentim y Gonçalo era buscar la solución a este problema.

El equipo del Colegio Marista de Carcavelos, responsable de la silla Willchair acudió a Galp para presentar el proyecto ganador del concurso "A Empresa"

En conversación con Energiser, tras la breve presentación ante el equipo de Galp, y como preparación para el concurso internacional de esta semana, los promotores del proyecto WillChair aseguran que esta tecnología "no inventa la rueda, sino que la adapta al coche", metafóricamente hablando. Es decir, como explica João Lobo, "tomamos el sistema que ya existía en las bicicletas eléctricas y lo transformamos para adaptarlo a las sillas de ruedas". "Se trata de utilizar algo que ya existe y trabajar en ello, facilitando así todo el proceso", añade Diogo Serra. Y esa fue la parte fácil, dicen.

Al principio, el reto era exponer el concepto sin contar aún con un prototipo que mostrar. "Íbamos a las asociaciones a explicar nuestra idea, pero la gente no era consciente de la revolución que les estábamos planteando ", afirma Gonçalo Ramos. Además, añade, "nos faltaba credibilidad, porque lo que la gente veía era un grupo de chavales de 17 años, sin nada que mostrar". Aunque, poco a poco, el grupo fue ganando credibilidad, con la participación en otros concursos que sirvieron de tarjeta de visita.

En la presentación ante Galp, similar a la que realizarán en Turquía, el equipo explicó todos los supuestos que les permitirían poner en marcha la solución, sus ventajas y factores diferenciadores, así como un plan de negocios convenientemente estructurado y fundamentado.

El proyecto Willchair comprende un pequeño motor que se puede acoplar a una silla de ruedas manual para transformarla en un modelo impulsado con energía eléctrica, con conexión a tierra.

FOMENTAR EL EMPRENDIMIENTO JUVENIL

El programa A Empresa, que cada año fomenta entre las escuelas la creación de equipos de estudiantes emprendedores, ha llegado ya a más de 400.000 estudiantes en Portugal desde 2005, de la mano de Junior Achievement Portugal (JAP). Originario de Estados Unidos, donde nació en 1919, este concepto tiene un objetivo muy simple: "hacer del emprendimiento en la educación algo real, animar a los escolares a ser emprendedores, desafiar el status quo y no estar siempre esperando a que las cosas sucedan", explica Gonçalo Duque, promotor del proyecto en tierras portuguesas. "Tenemos programas similares desde la escuela primaria, primer ciclo, primer año, hasta la educación superior", revela.

El proyecto WillChair es el resultado de un programa de secundaria, en el que, en una primera fase, los estudiantes deben trabajar en clase sobre ideas emprendedoras. "La premisa básica es resolver un problema real, con una solución aún por descubrir", explica Gonçalo Duque. Más tarde, en una fase intermedia, los equipos tendrán que presentar sus ideas a nivel regional, luego en un concurso nacional, y el gran ganador del concurso nacional representará a Junior Achievement Portugal (JAP) en un concurso ya a nivel europeo. "Este certamen europeo, el Gen-e, está patrocinado por la Unión Europea, y cuenta con la participación de 40 equipos de 40 países de toda Europa", continúa.

Nimay Çelikyay, especialista en innovación social del Open Innovation Team de Galp, es el mentor del equipo que defenderá el proyecto portugués en Turquía

La Fundación Galp, socio del JAP en su condición de inversor social, tiene en esta iniciativa un papel dinámico a nivel de tutoría de los equipos de estudiantes participantes en el programa, utilizando los conocimientos y la experiencia del equipo de Innovación de Galp y otros empleados de la empresa. A través del programa de voluntariado de Galp, cuenta con especialistas de las áreas más diversas y apoya el desarrollo de proyectos como WillChair. Especializado en innovación, y durante dos años en el Equipo de Innovación Abierta de Galp, Nimay Çelikyay es el mentor de este equipo de cuatro jóvenes, que los acompañará a Turquía. Pero, como explica, más que asumir un rol específico, "mi objetivo es formar parte del equipo, como uno más de ellos, ayudar en todo lo que pueda para que puedan aprovechar al máximo la experiencia".

Después del concurso, e independientemente del resultado, Nimay se reunirá nuevamente con estos jóvenes emprendedores con el objetivo de conocer aquello que han aprendido durante el concurso y lo que esta experiencia puede aportarles. "Es una experiencia de aprendizaje que puede cambiar sus vidas en el futuro", concluye.