“Hay que evitar el desperdicio de energía”

La transición energética es esencial para la neutralidad carbónica. Aunque esta no llegará por sí sola. En un planeta donde los recursos son limitados, para el ecologista Francisco Ferreira el consumo de energía ha de ser racional

Francisco Ferreira, profesor en la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Nova de Lisboa y presidente de ZERO, Asociación Sistema Terrestre Sostenible, ya tiene programado su viaje a Glasgow para asistir a la próxima Cumbre del Clima, en caso de realizarse de manera presencial. A pesar de considerar que los objetivos marcados por el Acuerdo de París serán revisados a la baja, es decir, se acordarán nuevas medidas más restrictivas durante la cumbre del próximo noviembre, prevé que “estos todavía estarán lejos de lo que necesita el planeta”. Este será el principal punto negativo de un evento del cual se espera que surjan propuestas que anticipen los objetivos sobre la neutralidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, dado que existen países inspiradores en sentido positivo, como es el caso de la Unión Europea y, más recientemente, Estados Unidos, desde que Joe Biden asumiera la presidencia de uno de los principales países emisores de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Injusticia climática

El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París ha traído consigo un halo de esperanza sobre las acciones positivas que este país pueda realizar, no solo en relación con su economía sino también por su capacidad de influencia en términos globales. Según Francisco Ferreira, es algo fundamental en una cumbre donde muchos países en vías de desarrollo ejercerán presión debido a las consecuencias negativas que el cambio climático está generando en sus territorios y en sus sociedades, sin tener culpa de ello. “He aquí donde se produce una injusticia climática”, defiende, añadiendo además que hay mucho por negociar en términos políticos. Y es que los objetivos del Acuerdo de París están lejos de cumplirse. “Si sumáramos las promesas de todos los países en términos de emisiones nacionales, la temperatura media del aire aumentaría solo 1,5ºC, en la línea del objetivo del acuerdo, en lugar de 3ºC, muy por encima de lo necesario”, revela.

“Si sumarámos las promesas de todos los países en términos de emisiones nacionales, la temperatura media del aire aumentaría solo 1,5ºC en lugar de 3ºC”

La transición energética es fundamental para la neutralidad carbónica. Pero como no existen soluciones sin impacto, “lo que la humanidad debe hacer, de forma conjunta y en la medida de lo posible, es evaluar y encontrar las mejores soluciones” en relación con este proceso, explica Francisco Ferreira. Además, añade que es necesario comparar costes y beneficios para sustituir cuanto antes el uso de combustibles fósiles por energías renovables.

La emergencia climática continúa

Cabe no olvidarse de que la Tierra todavía se encuentra en situación de emergencia climática. “Hay una concentración cada vez mayor de CO2 en la atmósfera, la temperatura continúa aumentando y crecen las consecuencias del cambio climático, como fenómenos meteorológicos extremos, olas de calor, fuegos, subida del nivel medio del mar y pérdida de biodiversidad”, destaca Francisco Ferreira, quien defiende la necesidad urgente de una transición energética. Explica que nuestro país ya recurre a varias fuentes de energía renovable, desde la hídrica, la eólica o la energía solar, esta última aún con poco peso, hasta la geotermia (en Azores) o el uso de la biomasa. Por otro lado, “tenemos aún una serie de retos por delante, como es el caso del hidrógeno, un vector energético muy importante. Así, el aspecto que me parece más esencial en toda la transición energética es la suficiencia”, afirma Francisco Ferreira. En boca del ecologista, esto se traduce en la necesidad de garantizar el bienestar y la calidad de vida de las personas, evitando al mismo tipo todo el desperdicio de energía posible. “Debemos ser conscientes y responsables con el uso y consumo de la energía, buscando siempre la eficiencia”, defiende. “De esta forma, solo se usarán los recursos necesarios”, añade.

Cambio de modelo

Esto significa que hace falta un cambio de modelo de consumo, de objetivos de calidad de vida y de bienestar, a nivel individual, pero también a nivel local, nacional y global. “Ya estamos recurriendo a la tarjeta de crédito en lo que se refiere a los recursos del planeta, para satisfacer nuestras necesidades, en un momento en el que la población crece cada vez más”, indica Francisco Ferreira. “Ahora es cuando necesitamos políticos que perciban que los cambios serán mucho más caros en el futuro si no actuamos ahora con responsabilidad, y que resulta necesario implementar políticas que no giren en torno a un modelo de desarrollo basado en el crecimiento ilimitado, el cual debe desaparecer de nuestro ideario”, añade. No será fácil cambiar, de la noche a la mañana, la mentalidad de los ciudadanos, ni poner a los políticos a hablar de los beneficios del crecimiento negativo, ni consumir energía de forma más racional y sostenible. Pero es algo que debemos hacer en un planeta con recursos limitados, los cuales ya están viéndose superados.