El teletrabajo puede ser una forma muy eficiente de trabajar, con claros beneficios para las empresas pero también para sus empleados. No obstante, para que esta relación laboral funcione es necesario que ambas partes cumplan algunas reglas. Por un lado, las empresas son responsables de proveer todas las herramientas adecuadas para la labor que se desarrollará en casa (equipos informáticos, redes de comunicación, seguridad informática, etc.). Pero, por otro, el empleado debe crear las condiciones ideales para que su trabajo sea igual de productivo o más que el que desempeñaría en un centro de trabajo. “La experiencia y madurez del trabajador, así como su antigüedad en la empresa, influyen en su enfoque sobre las circunstancias actuales”, cree Pedro Pessoa, especialista líder en Desarrollo de RRHH de Kelly Services. Y pone el siguiente ejemplo: “Un empleado que haya entrado recientemente, al no conocer a fondo la empresa ni sus expectativas, es normal que experimente ansiedad y frustración.”
Antes de esta época de confinamiento, muchas empresas ya habían abierto las puertas a esta forma de trabajar a distancia, principalmente en áreas tecnológicas, de consultoría o ventas. Sin embargo, la pandemia que asola el mundo ha acelerado la necesidad de implementar el teletrabajo, pero sin la preparación y la organización necesarias, obligando a empresarios y trabajadores a adaptarse de manera forzada. Esta rapidez en el cambio de modelo de trabajo está causando algunos trastornos, especialmente en aquellos que fueron pillados más desprevenidos. “Es fundamental garantizar el bienestar de cada trabajador, especialmente en un momento en el que no estamos solo realizando teletrabajo, sino viviendo 24 horas al día, siete días a la semana, en un mismo espacio”, advierte Jil Ribeiro, consultor sénior del área de Contratación y Selección de Personal, especializado en Multipessoal, empresa de recursos humanos.
REGLAS Y DISCIPLINA GARANTIZAN PRODUCTIVIDAD
Sin embargo, existen una serie de reglas básicas que permiten mantener la productividad y la motivación. “Es necesario tener capacidad para ser disciplinado, conseguir establecer un horario de trabajo (y cumplirlo), evitando al máximo las pequeñas distracciones que puedan surgir por estar en casa”, apunta Maria da Glória Ribeiro, socio director de Amrop, multinacional que actúa en el área de contratación de ejecutivos. Una opinión compartida por António Costa, socio gerente de Michael Page Engineering & Property, consultora especializada en contratación y empleo. “La mejor forma de mantener la productividad en teletrabajo es replicar lo máximo posible el ambiente de la oficina, manteniendo las rutinas habituales”, añade. Tener un espacio propio y adecuado durante ocho horas de trabajo, con luminosidad y mobiliario ergonómico y confortable, también es algo que resulta fundamental, como recomienda Jil Ribeiro. “También debe evitarse poner la televisión o comer en el mismo lugar donde se trabaja”, continúa.
Una vez adoptadas las reglas más básicas, estamos dando el pistoletazo de salida para lograr unos días de trabajo más productivo. Maria da Glória Ribeiro, no obstante, destaca otra cuestión que considera imperativa. “Estar disponible para ser contactado por teléfono y correo electrónico, en una suerte de espacio abierto en línea, para poder dar una respuesta oportuna y apropiada cuando sea necesario.”
Muy importante -recomienda António Costa- es vestirse para trabajar. Si el objetivo es ser productivo, quedarse en pijama o chándal no contribuye a motivarse y a generar una voluntad de trabajar. El responsable de Michael Page alerta también de la necesidad de hacer una rigurosa planificación de las tareas. “Una 'lista de tareas pendientes' es fundamental para llevar a cabo las actividades que debe realizar a lo largo del día.” Es igual de crucial añadir a esto un contacto asiduo con los compañeros así como realizar las pausas que realizaría normalmente en la oficina. “Mantener una proximidad cooperativa virtual resulta clave.” El especialista recomienda mantener una actividad regular de reuniones virtuales, fundamentales para conocer lo que se está haciendo, además de compartir las dificultades que otros compañeros puedan estar experimentando.
Para garantizar que la productividad sea efectivamente alta, existen otros 'trucos'. António Costa recomienda monitorizar la actividad. “Aunque pueda necesitar adaptar los indicadores de rendimiento (KPI’s), las actividades realizadas con tecnología son una buena forma de comprobar que mantiene un ritmo de trabajo óptimo”, concluye.
