Ocean Talks debate sobre el mar en Cascais

La segunda edición del Ocean Talks alerta de los problemas de los océanos y ofrece algunos consejos sobre un uso sostenible

La Fundación Galp patrocinó en el Museo del Mar de Cascais la segunda edición de Ocean Talks, una serie de debates destinados a fomentar la discusión sobre las oportunidades que ofrece el mar y la creación de valor a partir de los océanos.

Joana Garoupa, directora general de la fundación, fue la encargada de introducir el debate, defendiendo que este tipo de acciones son fundamentales en una empresa “emocionalmente ligada al mar”, como Galp.

VEHÍCULOS INTELIGENTES

En el día en que la ciudad anfitriona hacía 165 años, Joana Balsemão, concejala del municipio, explicó durante su presentación la conexión con el mar que tiene un concejo que cuenta con 24 km de costa. Destacó la preocupación del ayuntamiento por el medio ambiente. Habló, por ejemplo, de la afectación de los cinco principales ecosistemas de su costa. El objetivo es “identificar las amenazas y los principales puntos de presión, con el fin de saber si es necesario crear más áreas protegidas”, afirma.

Nuno Lourenço, gestor de Desarrollo de Negocio en el CEiiA, destacó la importancia de la tecnología para el aprovechamiento económico de las oportunidades que ofrecen los océanos. Pero también su papel en el estudio del impacto de la ocupación de medio marino por parte de las distintas actividades económicas, con el fin de encontrar soluciones. “Para que esto suceda, será necesario el uso e interacción de vehículos inteligentes, que comuniquen e intercambien información”, explicó Nuno Lourenço. El sistema deberá incluir también un conjunto de interfaces que permitan trabajar con la información más relevante y así poderla usar los países y sus empresas.

ESPECIES AMENAZADAS

Los conocimientos adquiridos podrán ser hechos públicos, contribuyendo así a aumentar la proximidad de las personas con los océanos. Sobre todo, para concienciar sobre el impacto de su actividad en mar abierto.

Algunos de los efectos negativos fueron presentados por Rui Rosa, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa. Rosa mostró, por ejemplo, que en abril de este año había más de 1 millón de especies marinas amenazadas de extinción, principalmente de peces de gran tamaño. La pesca masiva es una de las razones. La otra es la degradación de los hábitats debido a la contaminación (con plástico, por ejemplo) y el cambio climático.

Por un lado, el exceso de CO2 en la atmósfera está siendo, sobre todo, absorbido por los océanos, lo que ha contribuido a su acidificación. Por otro lado, está creciendo el volumen de zonas sin oxígeno disponible. Esto está cambiando el comportamiento de las especies marinas como los tiburones, cuya actividad ha aumentado en determinadas zonas, principalmente las superficiales, en detrimento de otras.

QUIEN AMA CUIDA

Hay que encontrar soluciones y Patrícia Furtado de Mendonça, fundadora del proyecto Acqua Mater, explicó que ya hay mucha información sobre lo que no hacer y ha llegado el momento de tener una aproximación positiva, “encontrando formas de forjar en las personas el amor por los océanos, porque quien ama cuida”. Son acciones que considera fundamentales realizar junto con las capas más jóvenes, “porque también de ellas depende el futuro de nuestro planeta”, defendió.