‘Nueva normalidad’ en la enseñanza

La pandemia del covid-19 ha obligado también a la educación a reinventarse. La Fundación Galp viene apoyando sobre el terreno a las escuelas mediante la donación de ordenadores para ayudar a los jóvenes a hacer frente a los desafíos de la enseñanza a distancia

Son días diferentes en la Escuela Tecnológica del Litoral Alentejano (ETLA). Una vez cerradas las puertas para la enseñanza presencial, se abren las ventanas de las clases online. Alumnos y profesores, ambos desde sus casas, están ahora conectados por ordenador e internet desde que la pandemia del covid-19 obligara a todo el mundo a reinventarse y adaptarse a una nueva normalidad en su modo de vida cotidiano.

La ETLA, enfocada a la enseñanza profesional, concretamente a la formación tecnológica más solicitada por las industrias de la región de Sines, donde tiene su sede, cuenta con cerca de 240 alumnos repartidos entre los cuatro cursos que imparte. Este centro ha sido uno de los agraciados con cinco ordenadores donados por la Fundación Galp para hacer frente a las necesidades de los alumnos con más necesidades.

Los ordenadores con los que la escuela contaba no eran suficientes, por lo que algunas empresas colaboradoras del centro, entre las cuales se encuentra Galp, decidieron realizar un acto “de gran ayuda”, en palabras de Eduardo Bandeira, director de este centro de formación de Sines, “al donar equipos para este fin”.

Una ayuda imprescindible para asegurar la continuidad de los estudios de estos jóvenes, como es el caso de Samuel, que cursa el primer año de Mantenimiento Industrial. Ingresó en la escuela aconsejado por un amigo, sin tener mucha idea de qué se trataba, y cuando comenzaba a disfrutar de la experiencia le sorprendió la “cuarentena”. Del método tradicional de clases presenciales ha pasado a la desconocida enseñanza a distancia, con la dificultad añadida que supone el hecho de no contar con un ordenador. Inicialmente logró superar las dificultades con la ayuda de otros compañeros pero la solución era solamente temporal.

Salas vacías en la ETLA: la pandemia ha forzado al sector de la enseñanza a reinventarse de un día para otro

Cuando supo que tendría un ordenador a su disposición para poder continuar con sus estudios en casa sin sobresaltos, no pudo ponerse más contento. “Este ordenador me permite realizar los trabajos enviados por los profesores, supone para mí no tener retrasados los módulos y me ayuda a llevar todas las tareas al día”, explica Samuel, de 17 años, para quien este nuevo método de enseñanza es bueno ya que “la carga horaria es menor, lo que lo hace también más sencillo todo”, concluye.

En el próximo año lectivo se espera que vuelvan las clases presenciales. Los aparatos recibidos ahora continuarán suponiendo un valor añadido para equipar oficinas y laboratorios. “La escuela no cuenta con medios suficientes para invertir en este tipo de recursos, por lo que estas ofertas representan para nosotros un apoyo fundamental. De no ser por esta ayuda, no estaríamos en condiciones de mostrar a los alumnos cómo funciona el sector industrial y cómo este lidia con sus desafíos y necesidades cotidianos”, concluye Eduardo Bandeira.