Crowdfunding para la sostenibilidad

Democratizar el acceso a la inversión, ayudando a la vez a la sociedad y al planeta. Esta es la gran misión de Go Parity, una startup nacida en Portugal pero sin fronteras al mundo

En solo tres años, una pequeña startup portuguesa, que nació con el objetivo de aunar promotores de proyectos sostenibles, con inversores con conciencia social, ha apoyado casi medio centenar de ideas, para una financiación total que ronda los 2,2 millones de euros. A su vez, ha impedido la emisión de 8.386 toneladas de CO2 al año. En la plataforma digital de crowdfunding de GoParity – la primera en Portugal en obtener licencia de la CMVM – hay proyectos para invertir a partir de 20 euros, con intereses entre el 4% y el 7%, muy por encima de lo que ofrecen los bancos tradicionales.

El proyecto nació de las manos de cuatro emprendedores apasionados por la sostenibilidad y la innovación, que percibieron que muchos buenos proyectos relacionados con las energías verdes nunca habían conocido la luz por falta de financiación a través de los canales tradicionales. Luís Couto y Manuel Nery Nina (en la foto de apertura), Nuno Brito Jorge y Bernardo Tavares se valieron de sus capacidades y conocimientos adquiridos durante sus carreras, además de su experiencia profesional, y avanzaron en la creación de la plataforma que sirve de punto de encuentro entre aquel que tiene un proyecto que necesita ser apoyado y aquel que cuenta con dinero para invertir. Sin embargo, esta plataforma solo apoya proyectos ligados a la sostenibilidad, que cumplan con al menos uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y que aporten beneficios a la comunidad en la que se integran.

Y, precisamente, este es el principal factor que distingue a GoParity de otras plataformas de crowdfunding y lo que la hace única. Una misión que, junto con la garantía de un retorno de la inversión por encima de la media – definido en base al riesgo de cada proyecto –, y con la garantía de supervisión regulada por la CMVM, la convierte en un concepto original.

Desde el inicio del proyecto, se han devuelto ya casi 600.000 euros a los inversores (capital más intereses), como asegura Pritesh D. Kotecha, uno de los miembros de la administración en entrevista a Energiser. Pero, más que el retorno del capital invertido, el socio inversor cree que “sentir que contribuimos a un bien social” es una motivación para un número de personas cada vez mayor. “El retorno emocional es inmenso porque apoyamos proyectos que hacen un bien al planeta y al medio ambiente, y que construyen nuestra sociedad”, añade.

EXIGENCIA Y TRANSPARENCIA

Para que un proyecto pase la criba analítica de GoParity para poder ser apoyado, tiene en primer lugar que enmarcarse en al menos uno de los 17 ODS de Naciones Unidas y tener un impacto positivo en la comunidad. Si no cumple este requisito, el análisis del proyecto no pasa ni tan siquiera a la fase de evaluación de la viabilidad financiera. Después, una vez superado este desafío, el equipo de la start-up analiza cuidadosamente el plan de negocios y evalúa la viabilidad del proyecto. “La transparencia, fiabilidad de la información y la regulación financiera son fundamentales para garantizar la confianza de los inversores, por lo que este análisis resulta siempre muy exhaustivo”, asegura Pritesh Kotecha. “Ya hemos financiado proyectos enmarcados en áreas desde la energía renovable hasta la moda sostenible, o desde la movilidad eléctrica hasta la economía doméstica. Y todo ello retornando siempre el capital con seguridad”, añade. En lo que se refiere a las cuantías apoyadas, el responsable de GoParity recuerda, por un lado, proyectos financiados por 30.000 euros y, en el otro extremo, proyectos con cerca de 350.000 euros.

“El retorno emocional es inmenso porque apoyamos proyectos que hacen un bien al planeta y al medio ambiente”

Un ejemplo es el primer proyecto internacional que busca construir dos pequeñas centrales solares en Brasil, las cuales se instalarán en un campo de fútbol y un centro comercial, a través de un promotor sueco. El objetivo recaudó fondos por valor de 50.000 euros, que ahora serán remunerados a un 5,8%. Este ha sido un paso “muy importante” para la startup portuguesa, como asumió recientemente el CEO, Nuno Brito Jorge.

Otro proyecto aún en fase de financiación es SolarWood, una solución modular desarrollada en Madeira que produce calor y electricidad a partir de biomasa y energía solar. El objetivo consiste en instalar el sistema en el Good Shepherd Mission Hospital, en Eswatini (antigua Suazilandia), con el objetivo de ahorrar un 10% en la factura de electricidad evitando la emisión de 1.350 toneladas de CO2 al año. A su vez, todo el empleo generado será destinado exclusivamente a mujeres de la región.

Cabe señalar también el desarrollo de GoParity desde el inicio de la pandemia, con la iniciativa Tech4Covid19, un movimiento que juntó a una serie de empresarios del sector de las tecnologías de la información con el fin de recaudar fondos para la adquisición de material médico. Mascarillas, guantes y trajes de protección se situaron a una distancia de inversión de tan solo un euro, con el objetivo de alcanzar los 100.000 euros en donativos.

En el otro lado del negocio están los inversores, desde los que solo invierten algunos pequeños ahorros hasta los que apuestan por dedicar miles de euros a este tipo de proyectos. A modo de ejemplo, Pritesh Kotecha revela que de los actuales 6.873 inversores (un número que cambia a un ritmo elevado) hay quien invierte apenas 20 euros, pero también hay quien lleva invertidos 200.000 euros. Para formar parte de este ecosistema basta con registrarse en la plataforma y esperar a que su perfil sea validado. Para evitar ilegalidades como el lavado de dinero, GoParity pide un certificado del origen del dinero. “Una seguridad para todos, y una exigencia de la CMVM que regula nuestra actividad”, explica el socio. “Transparencia y confianza son palabras clave para nosotros. Sin ellas, no contaríamos con la confianza de los inversores”.