La música no es un arte más. Es lenguaje, energía y toca los corazones de las personas. Tan profundamente que termina siendo "escuchado" incluso en el silencio de aquellos que no saben qué es un acorde, un latido, una voz. No lo sabes, pero lo sabes. "Nunca pensé que cuando tocaba sentiría esto, es como un terremoto", explica la artista Romana Valéria con sus expresivos trejeitos de la lengua de signos portuguesa con la que se comunica.
Esto es lo que nos muestra en parte el documental publicado aquí y, desde 2019, el Tremor Festival. El escenario se preparó este año entre el 5 y el 9 de abril y difundió un poco la magia de la música por toda la isla de San Miguel, en las Azores. Su programación incluyó, además de numerosos conciertos, un ciclo de residencias de creación artística. De estos espectáculos, el colectivo ondamarela, con músicos invitados, el Coro São José y la Asociación de Sordos de la Isla de San Miguel (ASISM), elevaron las emociones en la Iglesia del Colegio, un espacio muy diferente a las ediciones anteriores. Más "silencioso", es decir, con menos diversión y vibraciones, pero representando mayores desafíos para los participantes sordos, que actuaron junto al grupo Coral de São José. Los sonidos de los que escuchan se mezclaron con los de los que no escuchan, constituyendo una experiencia enriquecedora para todos y que encantó al público.
PROYECTO DE INCLUSIÓN SOCIAL
Pero Tremor, que nació en 2014, ha demostrado ser mucho más que un festival. Desde hace cuatro años, integra ondamarela, un colectivo artístico que, en colaboración con la Escuela de Música Rabo de Peixe y ASISM, ha desarrollado un proyecto pionero de inclusión social que explora la relación de las personas sordas con el sonido y el espacio. La iniciativa también ha pretendido sensibilizar a la sociedad ante el problema social de la sordera, además de desmitificar el mundo de estas personas que viven rodeadas de silencio, pero que son capaces de visualizar y sentir la música en igualdad con cualquier oyente. Un proyecto extraordinario que la Fundación Galp ha asociado y ha estado apoyando por tercer año consecutivo, entre otras cosas porque nos revela, dice Sandra Aparício, responsable de Responsabilidad Social Corporativa de Galp, "que todos nosotros, a través de nuestro talento y dedicación, podemos empoderarnos a nosotros mismos y a la comunidad y tener este efecto transformador".
Tremor se despidió con la fecha marcada para 2023 (del 28 de marzo al 1 de abril) en la habitual isla de las Azores, pero ondamarela cruzará el Atlántico el 25 de junio. El encuentro con otros públicos está programado en un escenario de Galp dentro del Festival Rock in Rio de Lisboa, y promete sorprender y emocionar al Parque Bela Vista.
Sin embargo, vea el documental que retrata entre bastidores la participación en el Festival Tremor 2022 y viaje al mundo de la comunidad sorda de San Miguel y su relación con la música promovida por el colectivo artístico, teniendo como trasfondo las historias, experiencias y sentimientos de sus participantes y promotores.
