El desafío del voluntariado

Su espíritu de voluntaria le despertó siendo niña en su Rumanía natal, con la labor de convivencia y observación del trabajo de los voluntarios llegados al país tras la revolución de 1989. Desde entonces, Ioana Ratiu siempre ha buscado realizar trabajos de voluntariado, que todavía hoy en día realiza junto a su actividad profesional

Ioana Ratiu tiene 34 años y trabaja en Galp, donde forma parte de un equipo encargado de nuevos productos y del desarrollo de proyectos de transformación empresarial. Nació en Cluj, en la región rumana de Transilvania, todavía en un momento en el que el país y su gente estaban bajo el yugo de la dictadura comunista de Nicolae Ceaușescu, que terminó con la revolución de 1989. Es por ello que siempre dice que vivió una vida diferente cuando era niña, en un país más pobre, donde la gente tenía poco o ningún acceso a la información. Pero la revolución trajo democracia al país, más apertura y una conexión más fácil con el resto del mundo. De este modo, muchos extranjeros llegaron en Rumania para realizar trabajos de voluntario. Influenciada por la forma abierta cómo estos voluntarios se relacionaban entre sí y con los rumanos, Ioana Ratiu buscó hacer lo mismo desde muy joven, implicándose en varias campañas de voluntariado para ayudar a los demás.

ESPÍRITO MISIONERO

Cuando llegó a Portugal, país en el que ha vivido durante más de 12 años, trajo consigo este espíritu misionero. Y siempre se esforzó por integrar los programas de voluntariado corporativo en todas las empresas en las que ha trabajado.

Actualmente, dice que le gusta especialmente trabajar con niños y jóvenes. Esa labor es la que realizada el día en que Energiser la entrevistó durante un descanso de la segunda reunión regional de este año de Apps for Good, el programa educativo que desafía a estudiantes y profesores para desarrollar aplicaciones para teléfonos inteligentes o tabletas, con el fin de demostrar el potencial de la tecnología para transformar el mundo y las comunidades locales. Los estudiantes tienen la oportunidad de experimentar el ciclo de desarrollo de productos y estar en contacto con una red de expertos como Ioana Ratiu.

Es un trabajo voluntario, desarrollado con niños y jóvenes que necesitan algún tipo de orientación, comenta. En su caso, fue contactada como especialista en marketing, especialmente para la conexión con temas relacionados con la energía y el medio ambiente, las áreas de acción de Galp.

ORIENTACIÓN AL VOLUNTARIADO

Los profesores, junto con los estudiantes de primaria o secundaria, presentan solicitudes de orientación online en Apps for Good, nuestra asociación vinculada, explica Ioana Ratiu. Si creemos que merece la pena ayudarles a desarrollar un tema en particular, concertamos una cita a través de videoconferencia, un modelo que nos ha ayudado mucho a hacer este tipo de trabajo en tiempos de pandemia – indica –, señalando además que no es algo que le lleve mucho tiempo ni que le obligue a viajar. Encaja, por tanto, muy bien en mi día a día, asegura.

A veces, los jóvenes tan solo preguntan si la idea es buena o si es financieramente viable. Y son muchos los temas que surgen, algunos de ellos fuera de lo común. Es el caso, por ejemplo, del concepto de aplicación diseñada para localizar avispones asiáticos, una especia que se está diezmando a la comunidad de abejas en ciertas regiones de Portugal, con consecuencias catastróficas para los apicultores. La idea nació de las quejas de un apicultor, vecino del abuelo de uno de estos jóvenes. A Ioana Ratiu le gustó la idea, sobre todo por señalar una solución a un problema real, aunque poco publicitado, y trató de ayudarles, como siempre hace con todos los equipos que buscan su apoyo. Además de sugerir ideas para la creación de aplicaciones útiles y prácticas, ayudó a los autores del proyecto a saber cómo ganar dinero con ellas mediante reglas de negocio básicas y fáciles de implementar.

“Cada hora que paso con los jóvenes es una inversión mental y emocional”

Para mí, cada hora que paso con los jóvenes es una inversión mental y emocional que también puede ser beneficiosa para Galp, ya que me desarrollo un poco más cuando hago este tipo de trabajos, afirma la colaboradora, y añade que esto también le pasa a los demás. Por ello, argumenta que es necesario involucrar a más personal de la empresa en las acciones de voluntariado, dando más opciones en la plataforma actual para que puedan elegir aquello que quieren hacer, comunicándose además con más frecuencia, de forma clara, fácil y sencilla de entender. Y hay proyectos de team building que se pueden desarrollar en torno a estos temas, concluye.


Galp Voluntaria

Inspirada en la iniciativa Todos los Passos Cuentan, que movilizó a más de 55.000 voluntarios de diversas áreas geográficas, Galp cree en el poder movilizador de su gente, en aquellas comunidades donde está presente. La nueva plataforma digital Galp Volunteer tiene como objetivo dar visibilidad a las acciones de voluntariado con impacto social que tienen lugar en Portugal, España, Brasil, Mozambique y Esuatini, e invita a todos sus empleados a participar en ellas. Porque solo a través del intercambio y la cooperación puede lograrse un impacto transformador en la vida de las personas, en el desarrollo de las comunidades y en la preservación del planeta.