Durante la Semana de la Mujer, la solidaridad y el compromiso con el bienestar de las mujeres cobraron especial relevancia para 86 voluntarias de Galp, quienes durante cinco días se reunieron en torno a una causa dedicando parte de su tiempo a renovar la sede de Ajuda de Mãe en Lisboa. Un gesto simbólico, pero con mucho significado, ya que no solo han dado una nueva vida a las paredes de esta institución que atiende, acoge, forma y reintegra a mujeres embarazadas y madres primerizas que necesitan apoyo, sino que también han renovado la esperanza de las mujeres que encuentran allí un refugio en un momento especialmente vulnerable de sus vidas. Es en este contexto que surge la reflexión sobre lo que significa ser mujer hoy en día y cómo acciones como esta refuerzan la importancia de la cooperación en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Fue precisamente el deseo de hacer algo significativo lo que llevó a Sónia Branco, especialista en impacto social y responsable del programa de voluntariado de Galp, a emprender este camino. "Trabajé en un área completamente diferente. Trabajé en finanzas, en banca y luego, por una razón personal y de crecimiento profesional, ya no me identifiqué con ese tema. El voluntariado, en términos personales, siempre ha estado presente en mi vida, así que para mí termina siendo una extensión de lo que es la persona en términos de ciudadanía, una forma de involucrarse en la sociedad y de hacer un mundo mejor", afirma. También por esta razón, Sónia disfruta de lo que hace profesionalmente, de la empresa en la que está y del impacto que tiene su trabajo sobre los demás y sobre Galp. "Lo que hago forma parte de la estrategia de impacto social de Galp, que tiene como misión la implicación e inversión en las comunidades locales donde opera". A nivel global, entre Portugal, España, Brasil, Cabo Verde, Esuatini y Mozambique, el año pasado, la compañía energética llevó a cabo alrededor de 70 acciones de voluntariado, 50 de ellas en la región de Lisboa, Sines y Matosinhos. Sin embargo, se espera un crecimiento porque "la gente quiere más voluntariado", añade la funcionaria, además de que, a su juicio, es posible motivar a la gente por iniciativas solidarias si existe una buena comunicación a nivel de "qué", "para qué", "con qué resultados" y luego "dar voz a la gente".
Joana Duarte también trabaja en impacto social en el área de Renovables de Galp, que desarrolla proyectos solidarios en cada etapa de actuación, con el objetivo de transmitir (y retornar) "buena energía" a las comunidades. Alcoutim, donde se encuentra su mayor parque fotovoltaico, es un ejemplo de ello.
Para esta voluntaria de Galp, el aspecto del impacto social es "una vieja pasión" que recientemente le ha insuflado nuevos aires. La gestión y el área comercial fueron su elección de vida, pero hace unos cuatro años, durante la pandemia, quiso realizar un curso de gestión de la sostenibilidad que le abriera nuevos horizontes y oportunidades profesionales dentro de la empresa, concretamente en el área de energías renovables: "Sentí que en este ámbito podía realizarme más como persona y como profesional. Necesitaba trabajar más con las comunidades y sentir que estaba devolviendo algo al planeta. Fue un cambio que me hizo muy feliz porque puedo decir que voy a trabajar todos los días muy contenta, sintiendo que lo que hago tiene una influencia en la vida de alguien y esa es la mejor sensación que puede alguien tener", confiesa esta licenciada en Management. Añade que, si fuera hoy, habría optado por un curso "más centrado en las personas y en el impacto en la sociedad". También por eso le gusta participar en acciones de voluntariado; de hecho, no dudó en responder a la llamada de Ajuda de Mãe, un proyecto que considera importante, porque "sabemos que las mujeres que acuden a nosotros, normalmente jóvenes, tienen vidas complicadas, y la mejor manera de ayudarlas y prepararlas para el futuro es darles las herramientas necesarias para lidiar no solo con la educación de sus hijos, sino también para tener un trabajo y lograr una vida digna. Así que tiene mucho sentido para mí mejorar las instalaciones donde está se está forjando ese camino".
Ajuda de Mãe es una asociación solidaria y una entidad formadora que nació en 1991 para apoyar a las mujeres embarazadas, madres y familias en el proceso de maternidad, pero también de inserción social con el objetivo de mejorar vidas. Emplea a unas 70 personas en sus estructuras básicas, aunque el trabajo de los voluntarios es esencial para el mantenimiento de todos los servicios, y vive principalmente de donaciones, benefactores y otros apoyos. Entre sus servicios se encuentran, en particular, las líneas telefónicas SOS Embarazada y SOS Lactancia Materna, atención presencial, tres residencias de acogida para embarazadas adultas y adolescentes, servicio de guardería, formación parental y formación escolar y personal en diversas áreas. En definitiva, cualquier cosa que pueda ayudar a estas mujeres a salir adelante.
Al frente de esta institución, que el año pasado apoyó a más de 1.350 madres, está Madalena Teixeira Duarte. En estos primeros meses del año, revela, y en términos comparativos con el mismo periodo de 2023, "ya vamos con un número superior. Además, las residencias, con capacidad para un total de 25 mujeres embarazadas o madres y sus bebés, están llenas.
Situada en la zona de Alcântara de Lisboa, cerca de las nuevas oficinas de Galp, la sede de Ajuda de Mãe necesitaba algunas obras de remodelación, concretamente la pintura de algunas zonas del edificio. Como no hay recursos para este tipo de trabajo, la asociación siempre acoge con placer a los "trabajadores" voluntarios que están dispuestos a ayudar en la rehabilitación de hogares y a reconstruir vidas. En este contexto, los voluntarios de Galp, en colaboración con la asociación Just a Change, actuaron entre el 4 y el 8 de marzo. "Como tenemos pocos recursos, humanos y financieros, estas acciones de personas de buena voluntad que en grupos vienen a ayudarnos, es algo muy grande y espectacular para Ajuda de Mãe, y creo que también para ellos mismos", reconoce el presidente del Consejo.