El triatleta de la refinería de Sines

João Rebelo, ingeniero de Procesos en Galp, es un ejemplo de fuerza, tenacidad y disciplina... de boy scout. Características que le están llevando lejos en el triatlón de larga distancia

Dicen que los que corren por placer nunca se cansan. Y João Rebelo, con la fuerza y la destreza de sus 28 años, no solo corre, sino que también nada y pedalea cientos de kilómetros a la semana sin dar muestras de cansancio. A pesar de su delgadez, es uno de los (pocos) "hombres de hierro" nacionales.

Atleta de triatlón que representa al Vasco da Gama Atlético Clube de Sines, compite en pruebas de triatlón de larga distancia que pueden durar hasta 10 horas sin descanso. La mayor parte de su tiempo libre, que incluye mañanas, tardes y fines de semana, lo dedica a entrenar su cuerpo y su mente. Entre tanto, es ingeniero de Procesos en Galp, donde desempeña su primer empleo desde que se licenció en ingeniería química hace cinco años.

Es principalmente por estas dos razones que el día comienza temprano y termina tarde para este empleado. El despertador suena alrededor de las 5:30, a veces incluso antes, y menos de una hora después, llueva o haga sol, ya está corriendo. Luego siguen ocho o nueve horas de trabajo en la refinería de Sines y, a la salida, en torno a las 17.30, vuelve a la carretera, a la piscina o al mar para seguir entrenando. En total, son unas 15 horas semanales de una rutina dedicada a su gran pasión, el deporte, que no es algo reciente.

João empezó a nadar cuando aún era un niño, pero no se detuvo ahí. Siempre le gustó correr y montar en bicicleta, lo que hacía con su padre los fines de semana. Como nunca consiguió separar los tres deportes, hace unos cinco años decidió dedicarse "en serio" al triatlón, que reúne sus deportes favoritos en una sola disciplina, que engloba, en su formato olímpico, 1500 metros de natación, 40 kilómetros de bicicleta y 10 kilómetros de carrera. A partir de entonces, empezó a entrenar con regularidad. Como en cualquier comienzo, primero lentamente, como si dijéramos, en este caso, haciendo distancias cortas, aunque siempre con el objetivo final de avanzar a otras más grandes. Tan grandes que el año pasado acabó participando en la prueba más dura de triatlón, la de larga distancia, también conocida como "ironman" y la más difícil del mundo. Para hacerse una idea, consiste en nada menos que 3800 metros de natación, 180 kilómetros de bicicleta, y al final, explica: "Todavía corremos el maratón, que son más de 42 kilómetros. En comparación con las distancias estándar olímpicas, esta carrera es cuatro veces más exigente, tanto física como mentalmente".

MANTENER EL RITMO Y EVOLUCIONAR

Una vez alcanzado este nivel, João Rebelo quiere mantener el ritmo y evolucionar. "Mi principal objetivo nunca es competir por los resultados, sino superarme a mí mismo, seguir evolucionando, hacerlo lo mejor posible y, si los resultados vienen de ahí, mejor", dice.

"Mi principal objetivo nunca es competir por los resultados, sino superarme"

Lo cierto es que los resultados están llegando y son cada vez más prometedores. En octubre del año pasado, en la gran prueba de Cascais, se clasificó tercero en su categoría y con ello consiguió el billete de entrada al campeonato mundial, que tendrá lugar en Hawái en una vuelta a sus orígenes el próximo mes de octubre, una prueba que reunirá a los mejores atletas del mundo de cada categoría, incluidos entre 10 y 15 portugueses.

Entre los entrenamientos, las competiciones y el trabajo, uno de los mayores retos de este "energiser Galp" es seguir teniendo tiempo para la familia, los amigos y el resto de su vida social, ya que los fines de semana es boy scout con los Lobitos, apoyando a niños de seis a diez años.

Una cosa parece cierta: la disciplina, el ingenio y los buenos "procesos" no le faltan a este ingeniero, que nunca renuncia a sus sueños y que traslada a su trabajo esa mentalidad que le ayuda a superar los retos.

1/8
2/8
3/8
4/8
5/8
6/8
7/8
8/8