La importancia del Acuerdo de París

John MacArthur, presidente de VP Group Carbon de Shell, considera que el Acuerdo de París es universal, dinámico y muy ambicioso. Se trata de un mensaje dirigido a todos los mercados, reforzando así la idea de que es hora de invertir en una economía con bajas emisiones de carbono

El planeta hace tiempo que se está calentando, pero nunca lo había hecho a un ritmo tan rápido como al que asistimos hoy. El cambio climático es, en gran medida, provocado por la acción del hombre. Uno de los grandes objetivos del Acuerdo de París es precisamente frenar el aumento de la temperatura global a menos de 2º C. Para ello, es necesario que todos los países y sectores de la economía inviertan en un mundo más limpio y más sostenible. Ello implica que empresas y gobiernos lideren el cambio de modelo actual. “Las estrategias de Shell van en la línea de lo dispuesto en el Acuerdo de París, lo que significa una inversión de 1 a 2 mil millones en alternativas al año”, asegura John MacArthur, de Shell.

"TODO ESFUERZO ES POCO CON TAL DE AYUDAR"
“Hoy en día, todo el mundo sabe lo que significa el Acuerdo de París”, indica John MacArthur. Greta Thunberg, la activista sueca de apenas 16 años, es un excelente ejemplo de cómo los más jóvenes están hoy más concienciados con el problema del cambio climático. “Creo que este asunto es cada vez más visible para la sociedad y los ciudadanos comienzan a tomar sus propias decisiones”.
Además del papel fundamental de las empresas y gobiernos, cada persona puede y debe ser responsable de su propio comportamiento. “Todos nosotros tenemos un papel que desempeñar. Papeles diferentes, es cierto, pero a nivel individual podemos optar por viajar con menos personas en el coche o incluso colocar paneles solares en nuestras casas. Todo esfuerzo es poco con tal de ayudar”, concluye MacArthur.

EL CASO PORTUGUÉS
Portugal, y sobre todo Lisboa, han sido señalados como ejemplos a seguir en lo que a movilidad se refiere. Cabe recordar que la capital portuguesa ha sido la primera ciudad europea en contar con un sistema de bicicletas compartidas para residentes. A principios de 2019, la empresa Uber eligió Lisboa para implementar su servicio de bicicletas compartidas, con 750 unidades, todas ellas eléctricas. Se trata de una filosofía de promoción del transporte sostenible que se enmarca dentro de la visión que tiene el consistorio municipal por proporcionar servicios de movilidad compartida a los ciudadanos. Este tipo de servicios se están convirtiendo poco a poco en una alternativa al uso del coche particular. MacArthur añade que “ve en Portugal numerosos signos de modernización de sus infraestructuras, de hacerlas más eficientes y de mejora de su movilidad”.