Se busca eficiencia energética

La demanda energética mundial continuará su crecimiento hasta 2040, según las previsiones de la Agencia Internacional de Energía. Frente a esta previsión, la mejora de la eficiencia energética será un componente esencial del modelo del futuro, para beneficio del planeta

Reducir la dependencia del petróleo, diversificar las fuentes de energía y cumplir los objetivos fijados en lo que se refiere a las emisiones de gases con efecto invernadero son objetivos conocidos del sector energético.

João Martins, profesor asociado de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Nueva de Lisboa, defiende que “las fuentes renovables no son la solución para todo” y que “el gran reto actual pasa por la reducción del consumo energético”, sobre todo por su uso más eficiente.

PEQUEÑOS GESTOS

Los portugueses son cada vez más conscientes de los pasos que tienen que dar para mejorar su eficiencia energética en su día a día, a base de pequeños gestos desde apagar las luces y los aparatos electrónicos cuando no son necesarios hasta la compra de equipos más eficientes para sus hogares. Pero aún hay que hacer algo más.

João Martins cuestiona el consumo de energía en los hogares defendiendo que estos deben adaptarse a la disponibilidad de energía procedente de fuentes renovables en la red

El profesor universitario, quien ha participado recientemente en el I Foro de la Energía, organizado por el diario Água & Ambiente, defiende que es necesario adecuar los picos de consumo de los hogares a la disponibilidad de energía procedente de fuentes renovables en la red. Con la previsión de que la inversión en el campo de la captación de energía solar en Portugal crezca en los próximos años, argumenta que los máximos de consumo se deberán concentrar en las horas del día en las que esta está disponible. “Ya existen en el mercado lavadoras equipadas con sistemas inteligentes y dispositivos de comunicación que permiten programarlas con antelación”, explica. Es decir, la tecnología existe, pero su elevado coste impide una venta masiva. Lo mismo sucede, por ejemplo, con los automóviles. “¿De qué sirve incentivar el uso de coches eléctricos si las costes son reducidos solamente para las empresas?”, se pregunta el docente, explicando que los particulares no tienen acceso a los mismos descuentos. Lo que quiere decir también que aquí no existen incentivos para generalizar su uso.

ALMACENAR TAMBIÉN ES CARO

Volviendo a lo que sucede a nivel doméstico, João Martins sugiere que existen otras formas potenciales de mejora de la eficiencia energética: “Como el consumo de energía en la mayoría de hogares se opone a la producción de energía fotovoltaica, su almacenamiento durante el día para consumo nocturno es otra posible solución a tener en cuenta de cara a su incorporación al modelo de consumo.” Pero el desarrollo tecnológico de las baterías ha evolucionado muy poco a día de hoy y todavía no existen formas económicas de almacenar energía electrica.

El futuro de la eficiencia energética en los hogares de cada uno de nosotros pasa, pues, por el mejor aprovechamiento de herramientas como el Internet de las Cosas (IoT) y la tecnología 5G, para que los equipos autogestionen su propio funcionamiento. Pero también pasa por la creación de comunidades energéticas, cuya legislación reciente se encuentra en fase de consulta pública. Es algo que permitirá producir energía y venderla a los vecinos, algo que actualmente no permite la ley. “La Dirección Nacional de Energía y Geología ha logrado finalmente fijar una posición y la nueva legislación puede abrir nuevos horizontes para un futuro más sostenible”, concluye João Martins.