Ciudades que se anticipan al futuro

Cascais ha reducido las emisiones y ahorrado más de medio millón de euros en la recogida de basuras. Águeda ha entrado en el mapa de las smart cities gracias la una gestión integrada, controlada por poderosos algoritmos. Ambas son ciudades inteligentes de referencia en Portugal

La pared tiene casi veinte monitores. A través de estos, es como funciona el “ecosistema” urbano. El C3 –Centro de Control de Cascais– es el cerebro de la ciudad, donde se procesa toda la comunicación inteligente. Si la calle amanece con un agujero, es probable que el problema se resuelva en pocas horas. ¿Cómo? Con un algoritmo y un cubo de cemento. Señalada como una de las ciudades inteligentes más desarrolladas del mundo, el concepto de smart city en Cascais apunta en tres direcciones: ambiente, energía y movilidad. La comunicación es eficaz: la app MobiCascais se encarga de la gestión integral de los medios de transporte mientras que FixCascais sirve para informar de problemas en el espacio público. “Usamos la tecnología al servicio de la interacción que el ciudadano tiene con el municipio”, afirma Marco Espinheira, director de Futuro del Ayuntamiento de Cascais.

En el Centro de Control, la información llega en tiempo real. Los ecopuntos de la ciudad están equipados con sensores. Los semáforos son inteligentes. “Los camiones de basura solo salen del almacén central con una ruta y una misión específicos: llenar los ecopuntos. Hemos logrado más del 20 % de la recogida con menos de la mitad de los camiones. Hemos reducido 350 toneladas de CO2 y conseguido un ahorro de 600 mil euros al año.” Conceptos como la bici compartida (bike sharing), el coche compartido (car sharing) y los patinetes ya forman parte del léxico popular. “Hemos sido los primeros en adoptar el concepto de movilidad como servicio. Mediante una tarifa mensual, los ciudadanos pueden usar todos los medios de transporte”, afirma el alcalde.

ÁGUEDA, LIVING LAB

Más al norte, en Águeda, el concepto de smart city cogió forma en 2014. Conocida como la “ciudad de las bicicletas”, Águeda es una de las localidades pioneras en la integración del concepto. Al igual que Cascais, el secreto está en una comunicación eficaz. Incidentes e información son transmitidos en tiempo real al centro de operaciones de la ciudad.

La localidad ha invertido en distintas soluciones tecnológicas. Contadores inteligentes en los edificios públicos, plataformas de datos disponibles para todos los ciudadanos y sistemas de reconocimiento facial en el consistorio municipal son algunas de las innovaciones. La digitalización incluye otra ventaja: la transparencia. “Avanzamos hacia la desmaterialización de los procesos administrativos en el Ayuntamiento. Era necesario involucrar a las personas y usar la tecnología como aliada. Creamos una cultura digital, hacemos todo más accesible e intuitivo”, explica Jorge Almeida, alcalde de Águeda, poniendo como ejemplo la plataforma i4C, que ofrece todos los datos y se comunica con el consistorio.

Hay seis aplicaciones al servicio de la población, entre las cuales encontramos Águeda Cityfy, para comunicación con el ciudadano, otra para calcular la huella ecológica de cada municipio y A Minha Terra, que fomenta una actitud proactiva entre los ciudadanos, que igual pueden informar de un agujero en la calle como de un animal abandonado o de basura fuera de su sitio.

Este artículo fue publicado en la edición impresa de Energiser.