“El auténtico líder inspira y ayuda a los demás”

Liderazgo, talento y cultura son los tres vértices esenciales en el triángulo empresarial, y los elementos que sustentan a las empresas de éxito. La conclusión es de David Roberts, especialista en disrupción, innovación y liderazgo exponencial, que participó en la Galp Energisers Summit para compartir su experiencia

Puede decirse que David Roberts es un líder. No es que el propio protagonista se reconozca a sí mismo esa condición, sino que su carrera profesional le ha forjado ese carácter y le ha señalado el camino que debe seguir. Inició su carrera en la Fuerza Aérea Estadounidense, como agente especial en la lucha contra el terrorismo, una experiencia que marcaría para siempre su visión de lo que significa ser un líder de éxito. No por el carácter metódico y específico del cargo, sino por la idea de servir y ayudar al prójimo. “El verdadero líder inspira y ayuda a los demás”, responde, sin vacilación, cuando es preguntado sobre la importancia del liderazgo dentro de las empresas.

Invitado por Galp a participar en su reunión anual, que tuvo lugar recientemente en Lisboa, David Roberts explicó a los cerca de mil empleados de la empresa cuál era su secreto para innovar siempre, velando por que los equipos de estas estén siempre motivados y sean capaces de arriesgar sin miedo a equivocarse. “El secreto se sitúa dentro de un triángulo que incluye tres elementos fundamentales: liderazgo, talento y cultura”, explica. Teóricamente parece simple, pero la verdad es que no siempre las empresas logran encajar estas piezas en su engranaje y hacer que el negocio evolucione sin problemas.

Para empezar – prosigue el especialista –, es preciso que las empresas miren hacia dentro y perciban si tienen el talento correcto para recorrer el camino que eligieron. “Y pueden hacerlo de dos maneras: atraer el talento necesario o formar a los recursos con los que ya cuentan”, añade David Roberts. El problema – continúa – “es que muchas empresas no hacen ni una cosa ni la otra”. Otra cuestión – añade el especialista –, es que para atraer el mejor talento es necesario ofrecer un buen 'paquete' de beneficios donde el salario es solo una pequeña parte. “Es preciso que la empresa se presente como atractiva, con un buen proyecto, con valores y propósitos”.

El secreto [para innovar siempre]se sitúa dentro de un triángulo que incluye tres elementos fundamentales: liderazgo, talento y cultura

Otro de los vértices de este triángulo empresarial es la cultura, fundamental para obtener los mejores resultados. “Sin esta vertiente, no sirve de nada contar con el mejor talento porque no lograremos los objetivos”, indica Roberts. Por ello, es preciso crear una cultura abierta y transparente, que tolere el error y el fallo. “Sin esto, no hay innovación y la empresa no evoluciona”, alerta. “Crear ambientes muy seguros en los que las personas puedan hablar es la clave del éxito”, refuerza aún más el especialista. Solo así las personas sienten que pueden arriesgar y “arriesgar es la clave para alcanzar el éxito”.

Por último, David Roberts destaca la importancia del liderazgo para completar este trinomio. Por un lado, “buenos líderes crean y atraen buen talento” y, por otro, “un buen liderazgo asegura la lealtad y la motivación”, con el ejemplo viniendo siempre desde arriba.

INNOVACIÓN VS. DISRUPCIÓN

Más que innovar permanentemente, la dinámica del mundo actual exige que las empresas apunten sus baterías hacia la disrupción como forma de evolucionar y de garantizar el liderazgo de sus mercados. “En el siglo XX, la innovación era suficiente. En el siglo XXI, la disrupción resulta necesaria para llegar más lejos”, apunta David Roberts de manera desafiante. Y aclara: “Innovar es hacer las cosas que ya existen un poco mejor, pero la disrupción es también hacer algo completamente nuevo dejando de hacer lo que se hacía antes”. No faltan ejemplos de negocios disruptivos, muchos de ellos bastante simples. Es el caso de Tesla, que está obligando al sector del automóvil a reinventarse, o el de Uber, si hablamos de movilidad.

Pero, ¿cómo garantizar la disrupción? Para David Roberts, la respuesta es simple y nos obliga a regresar al triángulo del éxito. También aquí importa garantizar que el liderazgo sea claro y transparente para inspirar y motivar a los talentos, capaces de arriesgar en sus ideas y proyectos gracias a una cultura de la excelencia. “Los líderes exponenciales no tratan de cambiar el mundo. Se cambian a sí mismos para conseguir inspirar a los demás”, añade.

En esta ecuación no podemos olvidar la importancia de la tecnología que, no siendo el elemento fundamental, sí asegura buena parte del éxito. “Tecnología y liderazgo convergen solo cuando pensamos en el futuro. Los líderes miran al futuro y perciben el futuro, inspiran a las personas al señalarles el camino, pero construyendo el camino que conduce al futuro”, añade el especialista quien, indica: “La tecnología ayuda a percibir lo que sucederá en el futuro. Las cosas hoy cambian tan deprisa que si no percibimos la tecnología, creeremos que el futuro será igual que el pasado”.