El trabajo en el futuro será cada vez más online

Muchas empresas se han visto obligadas a 'digitalizar' sus negocios en tiempo récord para poner su personal a teletrabajar. Y por el bien más preciado para todos: la salud. Ahora que comienza el desconfinamiento, ¿cambiará el panorama empresarial y la forma cómo se hacen los negocios?

La idea de que trabajar desde casa es poco productivo para empresas y trabajadores a menudo se usaba como argumento para evitar soluciones de teletrabajo. Sin embargo, han bastado dos meses para que todo cambie y para que muchos empresarios percibiesen que esta puede ser una herramienta útil y eficaz para sus negocios. Transformar el tiempo de desplazamiento en descanso extra o lograr un mayor equilibrio entre vida personal y profesional con un impacto positivo en la satisfacción de las personas son solo algunos de los beneficios más evidentes tanto para las empresas como para los trabajadores. Significa poner el foco en lo realmente fundamental en el día a día del negocio

Por parte de las empresas, se añaden aquí otra serie de beneficios adicionales que se reflejan en la eficiencia de costes, pero también “en los procesos operativos adecuados para la productividad de sus talentos”, como destaca Vítor Antunes, director general de Manpower Portugal. “La transformación digital se ha acelerado y, a partir de ahora, van a ganar protagonismo aquellos líderes digitales capaces de generar condiciones para una cultura de la innovación y el aprendizaje que favorezcan el desarrollo de competencias de sus empleados y el mantenimiento de una orientación hacia el cliente”, añade.

MENOS DESPLAZAMIENTOS

Incluso, aunque con el desconfinamiento paulatino los trabajadores comiencen a volver a sus oficinas, muchos procesos de trabajo ya no serán iguales. El teletrabajo tendrá un papel cada vez más preponderante en el mercado laboral y, en muchos casos, será un complemento para el desempeño de funciones en un entorno corporativo. Por otro lado, las reuniones serán probablemente el principal ejemplo de cambio. Durante los últimos dos meses, miles de reuniones se han realizado online, con la ayuda de las plataformas digitales más diversas, haciendo que los negocios no se detengan y garantizando la productividad de los equipos.

“Las personas han visto que funciona, que se ahorra tiempo, y que hasta logramos ser más productivos”, afirma Ricardo Costa, CEO del Grupo Bernardo da Costa, formado por siete empresas de distintas áreas como la seguridad electrónica, domótica, instalaciones eléctricas, sonido y vídeo profesional o formación y consultoría. Además, después de esta experiencia, el empresario garantiza que se reducirán sus desplazamientos y viajes por motivos de trabajo en cerca de un 50 %. “Hacía entre 80 y 90 vuelos al año, muchas veces para asistir a reuniones en Madrid o Barcelona. Ahora no iré tantas veces”. Aun así, Ricardo Costa reconoce la importancia de mantener las relaciones personales en los negocios –que se realizan por y para las personas–, pero reconoce también que es posible reducir mucho estos encuentros presenciales. El presupuesto de las empresas, pero también el ambiente, lo agradecerán.

Las personas han visto que funciona, que se ahorra tiempo, y que hasta logramos ser más productivos

Dentro del grupo de trabajo que dirige, Ricardo Costa se ha visto obligado a enviar a cerca del 90 % de los trabajadores a sus casas, en régimen de teletrabajo. La excepción ha sido el equipo de almacén, cuya función implica el trabajo presencial. Dos meses después de esta decisión, el balance que realiza es muy positivo y asegura que ve cómo van a derribarse algunos mitos y que a acabarse con la resistencia a la relación laboral mediante teletrabajo. “Las personas ahora quieren volver, básicamente porque están saturadas de estar encerradas en casa, pero no porque el trabajo a distancia haya ido mal”, indica el CEO. Esta semana se está preparando el desconfinamiento paulatino que dará comienzo el 11 de mayo. “El regreso será gradual y por turnos, para evitar que se junten todos los trabajadores en la empresa al mismo tiempo, habrá restricciones en el uso de los espacios comunes y el teletrabajo será una prioridad siempre que la función lo permita y la persona desee continuar así”, explica.

João Redol, CEO de Neutroplast, empresa del sector industrial que fabrica embalajes de plástico para medicamentos, también ha vivido la transformación de la empresa. Un tercio del equipo está trabajando desde casa, mientras que el esto trata de que no se detenga la producción. Para estos – explica el CEO – ha sido necesario garantizar el aislamiento de cada turno y crear turnos adicionales para primar la seguridad por encima de todo y que, al mismo tiempo, la empresa pueda dar respuesta a la creciente demanda de producto como consecuencia del aumento de la necesidad de gel hidroalcohólico y medicamentos, cuyos embalajes fabrica la empresa. El balance es positivo y – según asegura João Redol – muchos de estos cambios y adaptaciones se mantendrán. El teletrabajo – que, de hecho, antes ya se usaba – será ahora una realidad adicional al trabajo presencial en la oficina, especialmente para evitar desplazamientos.

POCO SERÁ COMO ANTES

¿Puede que el teletrabajo cambie ahora nuestras relaciones laborales tal y como las conocemos? Vítor Antunes cree que sí. No obstante – alerta –, “las empresas tiene también un enorme reto ante sí para garantizar el presente, sin descuidar el futuro”. Esto significa que las acciones tomadas deben crear las condiciones para ser más eficaces y eficientes en el futuro, generando el aumento de la competitividad a través del estímulo de las competencias básicas de los colaboradores. “Más que nunca, es fundamental fomentar una cultura del aprendizaje y la innovación que favorezca el desarrollo, la productividad y la competitividad del país”, añade.

Especialistas y empresas aseguran: las vídeollamadas y el teletrabajo han venido para quedarse

Para los empresarios que hablan con Energiser, todavía está por delante el desafío económico – uno de los más importantes para la supervivencia de las empresas en los próximos tiempos – cuya solución dependerá de un trabajo conjunto entre Gobierno y particulares. “La pequeñas empresas y las microempresas son ya las más afectadas y me temo que no estén recibiendo las ayudas básicas para su supervivencia”, afirma Ricardo Costa quien, avisa: “El cierre de muchas de estas empresas tendrá consecuencias muy graves para la economía y la sociedad”. Una opinión compartida por João Redol, que teme una destrucción acentuada de la economía a medio plazo. “Sufriremos una recesión aguda, combinada con una crisis financiera similar a la de 2008”. La solución – cree – pasa por mantener el foco en lo fundamental para el negocio, pero también para el personal que continúa necesitando motivarse y “contar con un sentimiento de pertenencia que contribuya a un bien mayor”.