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La esperanza está en lo verde

En la fecha en la que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, Energiser recuerda que, hasta 2050, las necesidades energéticas supondrán un gran desafío, ya que se prevé que las renovables desempeñen un papel fundamental en la construcción de un planeta más sostenible

El ser humano consume cada año un 50 % más de recursos de los que la Tierra puede producir de forma sostenible. Los datos son del World Wild Forum (WWF), institución internacional según la cual debemos replantearnos la manera cómo producimos y consumimos energía, comida y agua, así como las medidas que tomamos para la protección de los bosques.

La población mundial ha crecido a un ritmo sin precedentes en las últimas décadas, hasta llegar a los casi 7,8 mil millones de habitantes actuales. A su vez, el nivel de prosperidad ha aumentado también, a pesar de las diversas crisis económicas que han afectado a nuestro planeta, como la que estamos viviendo actualmente. Esta evolución ha venido acompañada de un aumento de la contaminación ambiental, el crecimiento del efecto invernadero y la degradación de los recursos naturales.

En 2050, se espera que la población mundial llegue a los 9 mil millones, con casi el 70 % viviendo en zonas urbanas, y que la economía mundial crezca casi cuatro veces más si lo comparamos con el inicio de la última década. La búsqueda de energía y recursos naturales será, pues, cada vez mayor.

Para hacer frente a estos desafíos, existen una serie de herramientas para la mejora del futuro del medio ambiente, fijadas en el Acuerdo de París de 2015, con una meta muy importante en el horizonte como es la neutralidad carbónica en 2050. Para que esto ocurra es “fundamental que, hasta entonces, las emisiones anuales de gases de efecto invernadero se reduzcan de un 6 a un 7 %”, afirma Filipe Duarte Santos, especialista nacional en materia de medio ambiente, en una entrevista reciente realizada en Energiser. Pero también “es necesario que todos nos involucremos en un futuro más seguro, saludable y resiliente para la naturaleza y los seres humanos”, añade el WWF.

APUESTA POR LAS RENOVABLES

Es un hecho que nuestro planeta está cambiando debido, en parte, al cambio climático. Eficiencia energética, apropiación del carbono y un mayor uso de las energías renovables son las tres principales formas de reducir las emisiones de carbono. El camino ya se ha iniciado, con cada vez más personas y empresas siendo conscientes de lo necesario que resulta ayudar al planeta, mediante la práctica en casa de gestos tan sencillos como desconectar las luces no necesarias, optar por equipos energéticamente eficientes, o, desde una perspectiva más amplia, apostar por la movilidad sostenible, ya sea en la construcción de edificios más eficientes o en el desarrollo constante de las energías renovables.

Las energías del sol, viento y agua, utilizadas por la humanidad desde hace miles de años, no generan emisiones de carbono. Desde el compromiso con la transición energética, muchas de las inversiones realizadas por las grandes empresas en Petróleo & Gas en los últimos años se han visto redirigidas hacia iniciativas verdes. Y aunque la covid-19 aparentemente tenga “paralizado” al mundo, según un reciente estudio de la consultora noruega Rystad Energy, la pandemia podría tener un efecto catalizador en la inversión de ese sector en energías renovables, mediante la adquisición de activos, el desarrollo de competencias y la mejora de su capacidad de transición hacia un modelo energético más allá de las energías primarias. En este estudio, aparece Galp como la segunda empresa entre las principales que más invierte en este sentido.