“Las renovables serán el gran desafío de los próximos años”

El confinamiento a nivel mundial ha traído consigo múltiples cambios en el sector del petróleo & gas. Energiser ha hablado con Tom Heggarty, analista de Wood McKenzie, uno de los ponentes invitados a los Open Days 2020, para conocer las tendencias y oportunidades de un mercado que debe hacer frente al desafío que supone la transición energética

Por primera vez con un formato totalmente digital, la séptima edición de los Open Days reunió este año durante 4 días a más de 1100 participantes, con 85 ponentes nacionales e internacionales. Se trata de un evento de Galp que reúne a los representantes de los principales actores del sector energético, especialistas de agencias gubernamentales, analistas de mercado y universidades. En esta ocasión, el lema elegido fue “Integrating Energy Transition” como punto de partida para decenas de debates, en los que predominaron las experiencias compartidas y la visión de los ponentes y participantes sobre cómo enfocar los retos actuales y las oportunidades que se presentan.

Al margen del evento, Energiser habló con Tom Heggarty, analista de Wood McKenzie, consultora especializada en energía, sobre los grandes desafíos de este mercado que busca cumplir con el ambicioso objetivo de la descarbonización hasta 2050, sobre las barreras que ha traído consigo el covid-19 al sector y sobre el papel de las renovables que no paran de crecer. “Las renovables serán el gran desafío de los próximos años”, asegura el especialista.

Con los precios de producción cayendo desde hace casi una década, las energías renovables como la eólica o la solar se convierten hoy en una buena opción de inversión, tanto para los actores más tradicionales del sector del petróleo & gas, como para los nuevos actores que van llegando al mercado. “Hemos pasado de un escenario en el que el viento y el sol han estado fuertemente subvencionados, a otro en el que estas se han convertido en las formas más baratas de energía en muchos países”, explica Tom Heggarty. En su opinión, a este ritmo de desarrollo, el siguiente paso, y a su vez otro gran reto, será la creación de baterías de gran capacidad de almacenamiento de energía, así como la producción de hidrógeno. “La creciente necesidad de energía puede obtenerse ahora gracias a las energías bajas en carbono, aunque el problema cuando comenzamos a acumular gran cantidad de renovables son las baterías”, añade.

Suministrar la energía necesaria a un mundo con un elevado ritmo de crecimiento, a precios bajos, y con el menor impacto posible para el medio ambiente son los vértices de un triángulo al que Tom Heggarty llama 'trilema de la energía'. Tanto en los países más desarrollados, como en las zonas del planeta con mercados emergentes (Asia, África subsahariana y Latinoamérica), las necesidades y la demanda de energía está creciendo a un ritmo alucinante, trasladando una gran presión a los productores. Sin embargo, el analista de Wood McKenzie ve en este escenario un conjunto de oportunidades para varios actores. Por un lado, la caída de los precios de las renovables y, por otro, el desafío de la descarbonización, están alterando el sector a nivel de producción. De este modo, habrá una mayor facilidad para llevar a cabo proyectos sostenibles a gran escala en todo el planeta. “La cantidad de inversión que será necesaria en áreas como las bajas emisiones de carbono, la electricidad y el hidrógeno es enorme, lo que abre oportunidades a empresas que habitualmente no actúan en este sector”, afirma. En el caso de las eólicas y de la energía solar, las barreras para entrar en estos mercados son hoy tan escasas que hacen estos mercados muy apetecibles. “Es menos complejo en términos tecnológicos y muy competitivo si lo comparamos con el mercado del petróleo & gas”, añade.

En Europa, el gran desafío es la descarbonización, especialmente en mercados todavía muy dependientes de los combustibles fósiles, como es el caso de Polonia. Para el cumplimiento de este objetivo, según defiende Tom Heggarty, jugarán un papel importante como herramientas esenciales las tecnologías, a precios cada vez más reducidos. Por ello, continúa, “los actores del sector del petróleo & gas están entrando en el mercado de las renovables, así como en el de las utilities, pequeñas empresas de renovables, empresas de tecnología o fondos de inversión... Se trata de un mercado muy interesante y dinámico”.

La capacidad de inversión de los actores tradicionales de la industria del petróleo & gas será, en opinión de Tom Heggarty, un seguro de éxito para la transición energética en curso. Estas empresas, dice, “tienen un enorme papel a desempeñar, especialmente si miramos hacia las tecnologías más complejas como el hidrógeno o el almacenamiento, donde existirá una conexión con las renovables, pero también la necesidad de desarrollar redes de tuberías, infraestructuras de abastecimiento, etc.”.

Muchas empresas de petróleo & gas están invirtiendo actualmente en energía solar, como es el caso de Galp, que ya el año pasado se convirtió en el mayor actor solar de la Península Ibérica, y ni siquiera el covid-19 frenaron sus inversiones. Tom Heggarty cree que el mayor impacto de la pandemia se está haciendo sentir en el sector petróleo & gas, con grandes cambios y caídas de consumo, especialmente durante el período de confinamiento, entre marzo y mayo. Aún así, reconoce que gran parte de estos actores tradicionales han aprovechado para 'mirar' más atentamente hacia otros mercados como el de las renovables.

Para el analista de Wood McKenzie, la inversión en viento y energía solar, los cuales son ya mercados maduros, aseguran buenos y transparentes retornos. En el caso del hidrógeno, el mercado es más inmaduro y el retorno aún no está claro. Y deja un mensaje para los gobiernos que, en su opinión, permitirá aprovechar los nuevos negocios: “Tienen que centrarse en aumentar los precios del carbón para que la inversión en tecnologías menos maduras tenga sentido”.