Atraer inversión para apoyar la acción climática

Este es uno de los objetivos de la creación del Índice Euronext ESG Large 80. Galp es una de las dos empresas lusas que forman parte de la lista de empresas cotizadas con mayor impacto en la transición energética y con unos mejores resultados en los indicadores ambientales, de impacto social y de prácticas de gobernanza

Apoyar a los inversores europeos a financiar a las empresas cotizadas con mayor impacto en la transición energética es el principal objetivo del índice Euronext ESG Large 80, compuesto por un conjunto de empresas seleccionadas a partir de la cartera del índice Euronext Eurozona 300, que integra a las empresas cotizadas con mayor volumen de negocio y liquidez de la Eurozona. De entre estas, según explica a Energiser Isabel Ucha, presidenta de Euronext Lisboa, la principal bolsa de valores de Portugal, “se eligen a las mejor clasificadas según su rendimiento en relación con la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono y reducción del impacto climático”.

El nuevo índice surge como parte de la estrategia de sostenibilidad de Euronext, con el lema “Empower Sustainable Growth” y el objetivo es que “pueda ser utilizado por un amplio número de gestores de fondos e inversores institucionales por toda Europa, sirviendo a su vez de subyacente para varios tipos de productos, como ETF (Exchange Traded Funds), certificados, warrants, productos estructurados, entre otros”, añade Isabel Ucha.

Para la presidenta de Euronext Lisboa, el ESG Large 80 es un índice de referencia europeo y un factor añadido de visibilidad y notoriedad para las empresas que lo conforman

Para dinamizar el apoyo a la inversión en este índice, Euronext lanzó también en junio un contrato de futuros sobre el ESG Large 80. “Este es el primer contrato de derivados que Euronext lanza sobre este índice, como parte de una familia que se verá ampliada”, afirma la presidenta de Euronext Lisboa. Ucha añade también: “Al disponer de instrumentos derivados sobre este índice, los inversores tienen la oportunidad de gestionar mejor el riesgo de sus inversiones, además de contar con un instrumento adicional de exposición a la inversión sostenible”.

En el punto de mira de los inversores

Las empresas seleccionadas para integrar el ESG80 estarán a partir de ahora bajo la lupa de los inversores en general, y se beneficiarán de un interés añadido dentro de la comunidad de inversores ESG. “Este es un índice de referencia europeo, abierto, por lo que pensamos que contará con un gran número de gestores de activos y de inversores institucionales, y que constituirá un subyacente para una amplia variedad de productos”, comenta Isabel Ucha. En opinión de la responsable de Euronext, este es también un factor adicional de visibilidad y notoriedad para estas empresas y sus stakeholders en general, ya sean colaboradores, clientes, reguladores o la comunidad en general. “Naturalmente, la empresa se compromete también con la sostenibilidad, ante el examen adicional al que será sometida”, añade.

Preguntada sobre el hecho de que tan solo dos empresas portuguesas formen parte de este índice –Galp y Jerónimo Martins–, Isabel Ucha explica que eso no significa que exista un bajo compromiso de las empresas lusas con la sostenibilidad. Aunque se trate de un índice de referencia de la Eurozona –explica– “el abanico de empresas que lo componen tiene que reflejar la diversidad de los sectores y de la geografía de la Eurozona en el conjunto de empresas con mayor volumen de negocio y liquidez de este universo”.

En lo que se refiere a la representatividad por sectores, este índice es muy diversificado. Desde bienes y servicios industriales hasta bienes personales y de hogar, tecnología, salud, alimentación y bebidas, además de utilities, banca, petróleo y gas. Hay un poco de todo. Sin embargo, según la presidenta de Euronext Lisboa, “ningún sector representa más del 10 % del índice, y la mayor parte representan el 5 % o menos”.

A pesar de no existir en estos momentos planes para ampliar este índice a más compañías, Isabel Ucha reconoce que el compromiso de las empresas con la sostenibilidad y la transición energética está aumentando. “Las empresas están interiorizando dentro de sus estrategias la urgencia de lidiar con estos temas ya que perciben que nos estamos quedando sin tiempo para evitar unas consecuencias que podrían ser dramáticas para nuestra supervivencia en el planeta”. En su opinión, esta llamada a la acción proviene cada vez más de los ciudadanos europeos, mejor informados y más sensibilizados con este tema. “Y no podemos olvidar que estos ciudadanos son a la vez los clientes de las empresas, y también sus empleados, sus inversores y sus reguladores. Solo la alineación y la movilización de todos estos actores implicados podrá hacer que alcancemos los objetivos de desarrollo sostenible que todos deseamos”, concluye.