“La consolidación fiscal es inevitable”

Nouriel Roubini, economista que en 2006 ya predijo la crisis de las subprime o hipotecas de alto riesgo, ha visitado Portugal recientemente con motivo del “Warm Up” previo a la Cumbre QSP, donde realizó un análisis económico de la crisis pandémica en el mundo, incluyendo sus perspectivas para Portugal. Para él, la austeridad es un mal necesario

“Llámenle consolidación fiscal si no les gusta el término austeridad, pero la verdad es vamos a tener que convivir con ello”. La declaración fue realizada ante los periodistas, en una conferencia de prensa online por parte del economista Nouriel Roubini, profesor en la New York University’s Stern School of Business, tras su intervención en el evento “Warm Up” previo a la Cumbre QSP, sobre gestión y marketing patrocinado por Galp que tendrá lugar los días 1 y 2 de julio de 2021 en Oporto y Matosinhos.

El economista, quien se hizo famoso por sus previsiones sobre la crisis de las subprime, cuando en 2006 alertó al FMI de la recesión inminente debido a la burbuja de crédito que se cernía sobre el mercado inmobiliario, respondió de esta forma a la cuestión planteada sobre la previsión de más austeridad para Portugal. “Portugal, Italia, Grecia o España tienen niveles de deuda muy elevados y necesitan consolidación fiscal en sus respectivos presupuestos, ya que en algún momento las medidas de urgencia serán retiradas y, a medio plazo, deberán revisarse los presupuestos para no ver comprometida la sostenibilidad; es decir, la austeridad es inevitable”, explica. Entiende que la mejor manera de reducir la deuda pública es impulsar un crecimiento económico fuerte, pero este solo puede llegar de la mano de reformas estructurales profundas para así hacer que la deuda sea sostenible. “No digo que esto se vaya a producir de un día para otro, pero sí en el medio plazo se requerirá un cierto grado de consolidación fiscal ya que, de no hacerse, el país podría incurrir en graves problemas”, afirma.

Nouriel Roubini alertó también sobre la posibilidad de una nueva recesión en Portugal, originada por el nuevo desorden que ha traído la pandemia del covid-19

Nouriel Roubini comentó, durante el “Warm Up” previo a la Cumbre QSP, que Portugal estaba fuerte antes de la pandemia, con un buen ritmo de crecimiento económico y creación de empleo, con una tasa de paro bastante baja, y que, tras varios años de déficit, había logrado equilibrar las balanzas fiscales, e incluso entrar en números positivos. “Pero la pandemia ha afectado gravemente al país luso, con una caída del PIB del 8 % (se estima que la tasa de paro llegue al 9 % este año) y existe el miedo a que dos tercios de los 260 mil puestos de trabajo creados en los últimos cuatro años puedan desaparecer entre 2021 y 2022”, apunta. También añadió que, toda vez que gran parte del PIB está relacionado con el turismo y que este sector ha sido uno de los más afectados, de forma directa o indirecta, estamos hablando de una consecuencia trágica que conduce a un aumento de la pobreza. “Además, el país abrió la economía demasiado pronto, viéndose afectado por una tercera ola muy virulenta. La respuesta a la primera ola del virus fue ejemplar, con una más que notable contención de la propagación, pero la reapertura de la actividad comercial fue exagerada, sobre todo en noviembre y diciembre, y ahora tenemos encima esta nueva ola que está provocando un confinamiento muy restrictivo y que implicará con toda seguridad una nueva recesión”, afirma.

CRISIS DE CRÉDITO INMINENTE

Haciendo un paralelismo con la situación europea, el economista aseveraba que, si se produjera una depresión profunda, muchas empresas irían a la quiebra. Y no solo las PYMES, sino también las grandes empresas. Como el sistema financiero europeo está sostenido por la banca, las pérdidas de los bancos serán enormes, los capitales se verán reducidos, con los chamados non performing loans (NPL), y se producirá una crisis de crédito. “El BCE está prestando dinero actualmente a tipos muy bajos para evitar esta crisis de crédito, pero si muchos entran bancarrota, los NPL aumentarán consecuentemente y algunos bancos se tendrán que declarar insolventes dada la falta de provisiones suficientes”, afirma. Al hilo de esto, el economista continúa: “No quiero decir que esta vaya a ser una crisis financiera global como la anterior, pero sí podría suponer un problema para la zona euro, ya que cuando los NPL crezcan y los bancos se encuentren en problemas, se puede producir una avalancha en los bancos”.

Sin embargo, no todo es malo para el país luso. En este sentido, Roubini finalizó su presentación diciendo que, si miramos los datos de la Inversión Directa Extranjera (IDE), bastante relevantes antes de la crisis, estos continúan siendo importantes. El economista afirma que existen infraestructuras y una sólida democracia, aspectos muy favorables para la inversión, lo que significa que Portugal continúa siendo una buena opción para los inversores tanto a nivel industrial como de servicios y turismo. “Claro que existen desafíos, pero a medio plazo las perspectivas para el país, junto con una serie de reformas estructurales, son buenas. Hay mucha gente que quiere visitar Portugal y establecer aquí sus negocios, industrias y puestos de trabajo. Esto es señal de que los inversores, no solo de Europa sino también de Estados Unidos, creen en este país”, concluye. Sin embargo, no deja de lanzar una alerta al Gobierno: “Tenemos ante nosotros una serie de nubarrones en todos los sentidos, pero con todo y con eso, con unas políticas acertadas y con las reformas adecuadas, considero que a medio plazo este país de personas trabajadoras tendrá unas buenas perspectivas”.