“El compromiso de Galp con las renovables es total y absoluto”

Carlos Relancio, director de Renovables de Galp, reafirma que el grupo está volcado en la transición energética y está inmersa en numerosos desafíos asociados a la inversión en energías renovables, como la cuestión de los precios, la descoordinación entre las diversas entidades implicadas y en el almacenamiento de la energía

Incluso con el año y medio complicado que llevamos debido a la crisis pandémica, la cual ha dificultado la inversión en todo el mundo, el área de energías renovables de Galp ha logrado avanzar en sus proyectos y tener una cartera considerable de activos en materia de energía solar. “Hemos creado una cartera de 4 GW, de la cual ya hay en funcionamiento 1 GW. Somos el mayor generador de energía solar de la Península Ibérica y uno de los mayores de Europa, y tenemos como objetivo global llegar a los 12 GW instalados hasta 2030”, en palabras de Carlos Relancio, director de Energías Renovables de Galp, durante la conferencia Energyear Portugal 2021.

Este responsable, con varios años de experiencia en el sector, trabaja dentro del grupo Galp desde hace casi dos. Relancio se considera un “activista” en la cuestión de las energías renovables y se toma la transición energética muy en serio. “Lo que me llevó a formar parte de Galp fue la apuesta sincera de la compañía por las renovables, completamente alejada de operaciones estéticas. El apoyo de toda la compañía en su conjunto a las energías renovables es absoluto y existe un gran entusiasmo para que Galp transforme el mundo a nivel energético, y no solo en las renovables”, afirma. Señala también que el grupo está apostando claramente por la tecnología y en distintas geografías, especialmente en países de Europa y América, asumiendo un compromiso muy fuerte en esta área. “Hay otros pilares del negocio que también están contribuyendo a la transición energética, tanto en el área de innovación, como de las baterías y del hidrógeno. Galp no es un proveedor de infraestructuras, ponemos el foco en el aspecto industrial de los proyectos, los gestionamos de forma integrada, buscando mejorar su eficiencia y rentabilidad, que es nuestro mayor activo”, afirma.

El evento Energyear Portugal 2021, que promueve el debate sobre las energías renovables, las nuevas tecnologías y la movilidad, realizado en la modalidad híbrida presencial y virtual, contó con la participación de numerosos ponentes, además de Carlos Relancio. Entre ellos, encontramos a Marco Alves, CEO de MTX Solar; Teresa Ponce de Leão, presidenta del LNEG; Duarte Bello, COO de EDP Renovables; Elisa Ferreira, CEO de Amarenco; y Pedro Amaral Jorge, presidente de APREN – Asociación Portuguesa de Energías Renovables. Este grupo de especialistas participó en el simposio dedicado al Panorama Actual y al Futuro del Mercado Renovable en Portugal y los Desafíos para Alcanzar los Objetivos para 2030, poniendo el foco en los principales riesgos a los que se enfrenta el sector. Todos los participantes comprendieron que los desafíos y las barreras para el negocio son aún considerables. Uno de los primeros obstáculos comienza con el desarrollo del proyecto, en concreto con los permisos y licencias, y con la coordinación entre las diversas entidades implicadas a la hora de cumplir con los 24 meses impuestos por la directiva de las renovables.

Sobre esta cuestión, Carlos Relancio mostró estar de acuerdo con el resto de ponentes y afirma que “Portugal es un país muy estable a nivel regulador, no como otros que cambian de normativas a mitad de partido asustando así a los inversores. Sin embargo, sigue existiendo cierta falta de coordinación entre la administración central y las distintas entidades, lo que alarga los proyectos hasta tres, cuatro y cinco años”. Este responsable quiso destacar también durante su intervención algunas de las principales barreras del negocio, que de alguna forma pueden comprometer los objetivos trazados para 2030, comenzando por citar la importancia de prestar atención a las señales del mercado. “Cuando hablamos de transición energética todos quieren un mundo más verde y sostenible, todo ello financiado por compañías que esperan un retorno para sus inversiones y que no desean trabas ni obstáculos”, alerta. Este responsable indica que cuando las empresas diseñan un proyecto, a desarrollar supuestamente en 24 meses, no esperan que este se prolongue hasta los cuatro o cinco años, ya que esta incerteza lleva consigo innumerables riesgos asociados.

La especulación de los precios es un riesgo

Uno de estos riesgos es sin duda el que va asociado a los costes. Cuando se elabora un proyecto, se realiza una estimación de los costes y cualquier cambio puede afectar al retorno de la inversión. Cuanto más largo es el plazo de desarrollo mayor es la incerteza que genera al negocio, aclara Carlos Relancio. Otra barrera de la que advierte este responsable, y que en su opinión no está lo debidamente valorada, es la cuestión del deslastre, es decir, un riesgo de sobrecarga de la red eléctrica por existir una oferta demasiado elevada. “Esto es algo que en Europa aún no se ha sentido, como sí lo hacía, por ejemplo, en Latinoamérica, donde las redes no eran lo suficiente buenas. Pero en Europa comenzamos a comprobar ahora que cuanto mayor es la presencia de renovables existe un mayor número de desconexiones”, afirma. Sin embargo, este riesgo puede ser mitigado con el almacenamiento de la energía y la gestión del flujo de energía. “En las renovables, ganamos la batalla a los costes, pero ahora tenemos que ganársela a la gestión”, concluye.