Los datos como factor diferenciador en las empresas del futuro

La sociedad, las empresas y los gobiernos comienzan finalmente a entender el valor de los datos y ya hay quien empieza a sacarle partido a este activo, asegura el Chief Data Officer (CDO) de Galp, Jorge Afonso, quien considera que “justo ahora comenzamos a calentar motores”.

El CDO de Galp no tiene dudas de que el futuro es de quien logre sacar partido la los dados. Cree, además, que lo que está por venir romperá totalmente con lo establecido. “Solo hay que pensar, por ejemplo, que de aquí a cinco años se cree que existirán más de 50.000 millones de dispositivos interconectados, y que la tasa de adopción de smartphones y de internet, que actualmente se encuentra en torno al 40%-50%, se acercará al 100%”, destaca.

Esto significa que la tecnología y la economía digital continuarán creciendo de forma exponencial y, con ello, se presentarán numerosos desafíos nuevos. En particular, porque “la mayor parte de estos datos serán creados en tiempo real, lo que genera grandes retos para las empresas, ya que deberán capturarlos y analizarlos de forma inmediata”.
Múltiples tipos de datos combinados, sobre todo de eventos, acciones o comportamientos, serán fuentes de información por defecto. Y de la correlación de estos se podrán diseñar patrones, preferencias, tendencias y abrir la puerta a un mundo de nuevas oportunidades, personalizadas y dirigidas a los deseos específicos e inmediatos de cada persona, de cada consumidor. Y todo ello en tiempo real. El CDO considera que esa realidad “representará un cambio de modelo, tanto para quien define las visiones de negocio, como para quien opera la tecnología, pero también para quien implementa soluciones o productos de datos. En el futuro, el verdadero valor no residirá en la recogida de grandes cantidades de datos específicos a lo largo del tiempo, sino en la recogida de un gran espectro de datos generados en una sola hora, en un solo día.”

El crecimiento exponencial de los datos es inevitable y la supervivencia de las empresas dependerá de su capacidad para convertirlos en un valor efectivo. Esta es, en opinión de Jorge Afonso, “una realidad que exige una transformación profunda, porque las empresas hoy en día solo capturan, tratan y analizan los dados, para después actuar. Esto ya no resulta útil. Ya no habrá tiempo para un ciclo tan largo, todo tendrá que ser al instante, en línea con el tiempo de respuesta de cada persona a una determinada acción o estímulo. Es ahí donde entran en escena las grandes oportunidades. Una hora de más significará la pérdida de múltiples oportunidades”, señala.

EL ‘DATA DRIVEN’ ES EL PRIMER PASO

La cantidad de datos disponible es inmensa y crece a un ritmo exponencial. La transición en la forma de organizar, estructurar, gobernar y explorar el potencial de los datos es larga y desafiante. Sin embargo, es inevitable para una empresa de la dimensión de Galp, que opera en un conjunto diversificado de mercados y áreas de negocio. Además, “el compromiso con nuestros clientes y con áreas como la movilidad sostenible y la eficiencia energética, los principales motores de innovación estratégicos de la empresa, hace del potencial de los dados un tema fundamental para la empresa”, destaca Jorge Afonso.

El objetivo de ser una empresa data-driven se convierte en una capacidad de tomar decisiones informadas y adecuadas, ya sean estratégicas, operacionales o incluso de riesgo, basadas en información de calidad y que signifique lo mismo para todos. Ese objetivo depende de la preparación y de la capacitación de la empresa de usar los datos de manera correcta, basándose en desafíos de negocio concretos.

En el futuro, afirma el CDO, “esto significará que toda la estrategia de la organización será inspirada, y hasta incluso liderada, por las deducciones que se extraerán de la información”. Así pues, “es fundamental que exista claridad estratégica dentro de la empresa, y que la contribución de los datos en cada uno de los pilares de la organización sea evidente, así como una alineación total con las prioridades de cada negocio. La relación entre las áreas de datos, negocio y tecnología debe ser una y permanente, garantizando que la transformación tiene lugar de forma integrada y global. Para ello, esta transformación debe ser iniciada por las fundaciones, a nivel de procesos y de personal, pasando por la tecnología y los modelos operativos, teniendo en cuenta por supuesto la flexibilidad necesaria para permitir el efecto escala”, añade el responsable.

Para Jorge Afonso, en Galp existe una visión corporativa en torno a los datos: “Existe una claridad sobre lo que queremos ser y donde queremos llegar”. Una visión que no es hermética, pero sí ajustada y adaptada de manera permanente para ir en línea con los objetivos estratégicos y de negocio de la empresa. Y que se enfoque, igualmente, no solo en los aspectos relativos a la capacidad de habilitar la obtención de valor de los datos (tanto en el uso de modelos analíticos, como en lo que se refiere a la vía de monetización de los mismos), pero sobre todo -continúa- “en lo que se refiere a la forma y la finalidad de su uso, para que el impacto resulte efectivo y real en la vida de la empresa”. Para ello, “estamos trabajando para tener datos contextualizados, estructurados y con el máximo de calidad posible, es decir, gobernados”. Añade también que “estamos implementando tecnologías de última generación, especificas para ecosistemas de datos complejos, nuevos procesos, metodologías y perfiles de datos dedicados –data owners, stewards, custodians, scientists, entre otros– que soportarán esta transformación, aportando innovación en la forma cómo exploramos la información”.

Paralelamente, es necesario apostar por la mejora de las competencias de los empleados de la empresa. “Naturalmente, esto también implica cambios en la forma de pensar y actuar, dentro de una realidad en la que los datos pasan por ser democratizados. Esto obliga a realizar un ajuste gradual de toda nuestra cultura que, en nuestro caso particular, estamos impulsando a través de un programa de alfabetización de datos integral y transversal a toda la organización, así como de otras palancas de comunicación, implicaciones y alineaciones por parte de nuestro personal”, destaca Jorge Afonso.

El responsable cree que el primer paso es desmitificar el tema de los datos, ayudar a las personas a comprenderlo, abordándolo con el nivel de complejidad adecuado a cada función, y sabiendo escuchar para comprender donde están los problemas y poder invertir en su resolución, cumpliendo con las políticas establecidas a tal efecto. “Este trabajo solo se hace implicando a toda la empresa –negocio, operaciones, transformación, tecnología, personal e innovación– en constante colaboración, con unos objetivos compartidos, buscando alcanzar nuevas y mejores oportunidades de reenergizar Galp, hoy y mañana”.