En Caxias, existe una comunidad de residentes encargados de probar soluciones energéticas innovadoras

El principal objetivo de este proyecto es garantizar la energía renovable para los 20 edificios que conforman la comunidad energética de Caxias Living Lab. Entre personas y instituciones, la energía verde se produce y se comparte con el fin de reducir costes y aumentar la eficiencia

Los rayos de sol que inciden sobre el techo del Mercado Municipal de Caxias, en Oeiras, representan el potencial del proyecto Caxias Living Lab, una comunidad energética creada por Galp para probar soluciones innovadoras. En su interior, se reúnen los pequeños productores que, en los próximos años, producirán energía verde y la compartirán entre ellos, según las necesidades de cada uno.

Esta red de vecinos está formada por 20 edificios y diez productores de energía renovable a partir de doscientas placas fotovoltaicas instaladas, que dan la producción necesaria a todos los participantes. El secreto del éxito es reunir miembros con diferentes patrones de consumo, de modo que el exceso de energía producido por un elemento pueda ser utilizado, en tiempo real, por otro de estos vecinos.

El Caxias Living Lab reúne a pequeños productores que producirán energía verde y la compartirán entre sí

Pero, ¿cómo funciona en la práctica? Sérgio Santos, uno de los miembros del Caxias Living Lab, explica que el objetivo es optimizar la producción y el consumo de energía creando una comunidad mixta. Esta red de productores y consumidores está formada por miembros como Sérgio Santos, que trabaja desde casa y, por lo tanto, puede aprovechar la energía producida por los paneles fotovoltaicos mientras hay luz solar. Hay personas que viven en apartamentos y que no pueden tener paneles, pero que pueden beneficiarse de la energía que producen los propietarios de estas instalaciones, añade.

El Caxias Living Lab utiliza doscientos paneles fotovoltaicos instalados en una comunidad donde el exceso de energía producida puede ser utilizado por cualquiera de los participantes en el proyecto

Veamos algunos ejemplos prácticos. Otro de los vecinos de esta comunidad es el Centro Comunitario Parroquial Nossa Senhora das Dores (CCPNSD), que por su naturaleza tiene un padrón de consumo muy distinto y más exigente que el de Sérgio Santos. La instalación de los paneles fue ofrecida por Galp. A cambio, compartimos nuestros datos de consumo y aportamos energía a nuestros vecinos, comenta el director del CCPNSD a Energiser. El entusiasmo de Inês Franco Frazão es notorio y fácil de ver ya que: Además de ahorrar en la factura de energía, estamos mejorando el medio ambiente con la producción de energía verde y a la vez reforzamos el espíritu comunitario.

En ambos casos, se espera que la reducción de los costes energéticos oscile entre el 30% y el 35%, dependiendo del uso que haga cada miembro del Caxias Living Lab. En total, el proyecto evitará la emisión de unas 20 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Ana Casaca, directora de Innovación de Galp, destacaba durante la presentación del proyecto el papel que tiene el Caxias Living Lab como parte de la transición energética iniciada por la compañía portuguesa

La energía generada por los paneles fotovoltaicos alimenta calentadores de agua eléctricos, bombas de calor y cargadores de vehículos eléctricos. Una vez satisfechas las necesidades de consumo de cada usuario, la energía se almacena en baterías descentralizadas distribuidas por la comunidad. Para Galp, la apuesta tiene todo el sentido, ya que nos permite probar soluciones innovadoras y recopilar datos para mejorar este modelo de producción descentralizado, y a la vez poder ampliar posteriormente este tipo de soluciones a más consumidores.

La energía generada por los paneles fotovoltaicos se puede utilizar para alimentar cargadores de vehículos eléctricos, pero también calentadores de agua y bombas de calor

En el Centro Parroquial, por ejemplo, la cubierta no permitía la instalación de paneles y, por lo tanto, Galp tuvo que hacer algo inédito, como la instalación de paneles en vertical, explica Carla Tavares, directora de los Centros de Renovables y Innovación Comercial de Galp. El nombre del proyecto no es una mera coincidencia, tal y como detalla Ana Casaca, directora de Innovación de la compañía energética. El Caxias Living Lab tiene un carácter de laboratorio, de mejora continua, de experimentación con los usuarios. Simboliza el espíritu de apertura al exterior de Galp, su voluntad de aprender de la comunidad y, sobre todo, su compromiso con la creación conjunta del sistema energético del futuro en colaboración con la ciudadanía, subraya.

El proyecto Caxias Living Lab está compuesto actualmente por varios productores y consumidores, como la Escuela Básica y Preescolar Nossa Senhora do Vale, el CCPNSD, el Mercado Municipal de Caxias, así como varias viviendas privadas del barrio. Estoy muy contento de poder utilizar este equipo y aprender a organizar mi vida para maximizar el potencial de los paneles fotovoltaicos instalados, concluye Sérgio Santos.