CycleAI: la app que quiere convertir las ciudades en más ciclables y seguras

¿Qué tienen en común un científico de datos y un médico? Aparentemente, poco o nada, aparte de la pasión por las bicicletas, el medio de transporte que los unió en torno a un proyecto que está dando de qué hablar y que ya suma varios premios al emprendimiento. Entre esos premios, encontramos el Hackathon Building the Future, promovido por Microsoft y Galp

Como reza el dicho popular, en la vida no existen las coincidencias. Lo mismo pueden decir Luís Rita, científico de datos que está realizando un doctorado en Londres, y Miguel Peliteiro, médico del Hospital de Santarém, quien se han unido para desarrollar el proyecto CycleAI, una app que busca identificar recorridos seguros para ciclistas, con la ayuda de la inteligencia artificial.

Hasta diciembre pasado, no se conocían personalmente, y su primer contacto en septiembre fue a distancia a través de Skype, después de que el proyecto académico desarrollado por Luís en el Imperial College de Londres llamase la atención de Miguel. “Creo que no existen casos fruto de las casualidades, la suerte o el azar, sino completamente fortuitos”, revela el médico a Energiser. Este recuerda que se encontraba realizando algunos tratamientos en una cámara hiperbárica tras un grave accidente de bicicleta ocurrido pocos meses antes, cuando vio en televisión un programa en el que se hablaba del premio “Top 25 Talents Under 25”, obtenido por el científico de datos. “Esa hora y media era mi único tiempo libre al día, ya que a la vez estudiaba y realizaba otros tratamientos hasta que acabé cruzándome en el camino de Luís”, añade.

La idea comenzó con un cariz meramente social y de apoyo a los usuarios de la bicicleta como medio de transporte, pero poco a poco ha ido transformándose en una aventura empresarial que ha captado la atención en varios concursos de emprendimiento, acaparando ya varios premios. El más reciente, conseguido durante la maratón “Building the Future Hackathon”, promovida por Microsoft, con el apoyo de Galp, constó de tres mil euros en metálico como ayuda para los próximos pasos a dar en el desarrollo del software. “Hemos trabajado en este proyecto de forma diaria y cada uno de nosotros, en este momento, pese a no ser esta la idea inicial, estamos dedicando más tiempo al CycleAI que a las actividades que realizábamos antes”, comenta Luís Rita. Sin embargo, el equipo, que fue creciendo a medida que avanzaba el proyecto, cuenta ya con otras dos personas además de los propios mentores: Tudor Bostan, desarrollador web, y Gonçalo Moreno, técnico de aprendizaje automático. “Para desarrollar la solución tecnológica, contamos con un equipo completo y somos capaces de lograr exactamente aquello que nos proponemos”, explica. En la parte de software, “se trata de crear una herramienta capaz de generar mapas de percepción de seguridad; en cuanto al hardware, se busca integrar en estos vehículos [bicicletas y patinetes] cámaras y todo el más”, añade.

Facilitar la vida a los ciclistas

Durante el máster que realizaba en Londres, Luís Rita pensó por primera vez en desarrollar un software que permitiese identificar zonas de mayor riesgo para los ciclistas, en parte porque él mismo utiliza este medio de transporte para moverse a diario. Inicialmente, la idea se limitaba a la ciudad inglesa, pero rápidamente obtuvo otro carácter y dimensión. “Nuestra preocupación no era solo ganar dinero con el proyecto”, relata Luís Rita. De hecho, el pensamiento era hacer algo a largo plazo a lo que dedicar todo el tiempo. Esto nos obligó a pensar en cotas más altas ya que, según comenta, “no es viable cumplir ese objetivo sin contar con clientes y con un producto comercializable”.

Por ahora, el equipo está contactando con posibles clientes e inversores, pero requiere la mayor independencia posible para no depender de terceros. Además, también necesita socios –básicamente, pueblos y ciudades– para la implementación y el uso de los mapas de seguridad que se están creando.

El usuario señala en el mapa los puntos que considera de riesgo

La inteligencia artificial marca la diferencia

El ‘crowdsource’ ha sido la forma elegida para recopilar toda la información necesaria para identificar las zonas de peligro para los ciclistas en varias ciudades del mundo, con vistas a crear los mapas de seguridad. Y también a través de la colaboración de los propios usuarios inscritos en la plataforma (en la web de CycleAI) mediante el uso de la herramienta específica. Es decir, por un lado, el usuario señala en el mapa los puntos que considera de riesgo, indicando la razón por la que lo hace y añadiendo opcionalmente una imagen. Y, por otro lado, selecciona entre varias imágenes, cuál de ellas le parece que se ajusta más a la perspectiva de usuario de bicicleta. “En este momento, llevamos identificados casi 100 puntos en 8 o 9 países, lo que ya significa un número suficiente de puntos para poder validar nuestra herramienta”, explica Luís Rita. En cuanto a la identificación de imágenes, CycleAI cuenta con casi 5.000 participantes y más de 40.000 votos, de 36 países diferentes. “Estamos creando una base de datos como nunca antes se había creado y añadiendo un importante valor, no solo desde en cuanto a la herramienta en sí, sino desde el punto de vista de los datos que estamos recogiendo”, añade el científico de datos.

En este sentido, y en posesión de estos datos, será la inteligencia artificial la que marque la diferencia. Encontrar patrones entre miles de datos y ‘aprender’ con ellos será la forma de operar toda la información introducida por los usuarios en el mapa de seguridad.

Preguntados por cómo ven el proyecto a un año vista, Miguel y Luís son unánimes: “Queremos tener nuestros propios vehículos para operar de manera inteligente, reduciendo en más de un 90 % la cantidad de accidentes que se producen en la actualidad con los patinetes y las bicicletas”.