Base para el trabajo del futuro

Flexibilidad, productividad, liderazgo y recalificación: requisitos para que empresas y trabajadores se adapten mejor a los nuevos tiempos. Los resultados de un estudio de Adecco nos ofrecen algunas pistas

Poco más de cien años después de la gripe de 1918 (mal llamada española), el mundo ha sido cogido por sorpresa por una pandemia que, durante casi tres meses, ha obligado a parar el planeta, las empresas, los negocios, los viajes y la vida cotidiana, tal y como los conocíamos. Poco a poco y en tiempo récord, las empresas se han visto obligadas a adaptarse a la nueva realidad, enviando a sus empleados a casa y logrando lo impensable: hacer del teletrabajo una realidad a niveles nunca antes vistos. Y, en la mayoría de los casos, aumentando la productividad. “Asistimos al cambio rápido de muchos patrones de trabajo existentes en la actualidad y sabemos de la necesidad urgente de las empresas de ser ágiles a la hora de adaptarse a los desafíos, a la vez que mantienen su actividad”, afirma Vânia Borges, directora de recursos humanos del Grupo Adecco en Portugal.

Esta realidad transversal a todo el mundo ha sido analizada en profundidad por el estudio 'Reset Normal', realizado por Adecco en ocho países (Australia, Francia, Alemania, Italia, Japón, España, Reino Unido y Estados Unidos) y para el cual se ha entrevistado a más de 8.000 empleados de empresas, con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años. Los resultados no han dejado margen para la duda: nada volverá a ser como antes en lo que al trabajo se refiere, con la mayoría de encuestados exigiendo a corto plazo una mayor flexibilidad de horarios y garantías de movilidad, una evaluación de la productividad por objetivos y no por horas trabajadas, un liderazgo basado más en la inteligencia emocional y en la empatía, y reconociendo la gran necesidad de recalificar muchas de las profesiones y funciones más 'tradicionales'. En resumen, el estudio concluye que la combinación de estos factores será la base del éxito para muchas empresas en un futuro que ya está aquí. “Los cambios que se han producido han sido muy abruptos, junto con las restricciones existentes, además de la ausencia de una preparación previa. El desafío ahora es establecer nuevas formas de trabajo basadas en la experiencia de los últimos meses”, defiende Vânia Borges.

MÁS CONFIANZA Y COLABORACIÓN

La experiencia que nos ha obligado a adquirir esta pandemia ha ayudado también, en muchos casos, a reforzar la relación entre empleados y jefes. La confianza en el trabajo realizado à distancia ha sido un elemento fundamental por ambos lados y ha abierto las puertas a su continuidad. Según el estudio de Adecco, el 80 % de los encuestados cree que su empleador garantizará un mejor ambiente de trabajo tras la pandemia, mientras que el 73 % defiende que los gobiernos tendrán un papel importante a la hora de definir unas nuevas reglas contractuales y laborales que respeten las necesidades tanto de empresas como de trabajadores. En todo el mundo, pero también en Portugal, “nunca se legisló tanto y en tan corto espacio de tiempo, algo que ha sido debido a la necesidad de los gobiernos de actuar de forma rápida en la toma de decisiones, permitiendo a las empresas adaptarse también a este cambio”, afirma la directora de recursos humanos de Adecco. Para Vânia Borges, “la forma cómo damos continuidad a este cambio está ahora en manos de todos los actores: empresarios, gobiernos, trabajadores, asociaciones de trabajadores... Solo manteniendo esta colaboración y voluntad de desarrollo, será posible tener un mercado de trabajo más flexible que permita a todos una serie de ajustes rápidos que garanticen siempre los derechos y obligaciones de trabajadores y empresas”.